Por Daniel Romero
Ciudad de Buenos Aires, 25 de mayo de 2025 – Total News Agency-TNA--En un acto realizado en el Polo Cultural y Deportivo Saldías, en el barrio homónimo de la Ciudad de Buenos Aires, la expresidente Cristina Fernández de Kirchner reapareció este 25 de mayo con un discurso encendido que combinó duras críticas al Gobierno de Javier Milei, reflexiones sobre la interna del peronismo y una advertencia sobre el rumbo económico del país. La actividad, impulsada por la comisión de Cultura del Instituto Patria, funcionó como contracara simbólica del tradicional Tedeum celebrado en la Catedral Metropolitana, al que asistió el Presidente.
Acompañada por militantes y referentes del kirchnerismo, la exmandataria aprovechó la fecha patria y el aniversario número 22 de la asunción presidencial de Néstor Kirchner para volver a escena. En tono desafiante, denunció la falta de obra pública por parte de la actual gestión: “¿Se dieron cuenta de que estos tipos no construyeron nada? Ni una puta escuela, ni un puto edificio. Le cambian el nombre. Su única obra es cambiarle el nombre a lo que otros hicieron. Qué mediocres, qué chatos”, lanzó, al tiempo que no dejaba de mover sus manos con un uñas afiladas a modo de garras.

El discurso, cargado de referencias a la historia reciente del país, incluyó una advertencia sobre el riesgo de una nueva cesación de pagos: “El décimo default no es una fantasía demasiado lejana”, afirmó. La expresidenta comparó la política económica del Gobierno libertario con la de José Alfredo Martínez de Hoz durante el último gobierno militar y alertó sobre un posible colapso financiero basado en endeudamiento excesivo y falta de divisas, dijo en un discurso claramente exagerado propio de la izquierda de los 70, que usaba las bocas de los fusiles y atentados como forma de expresión
Kirchner también cargó contra la narrativa libertaria del “Estado ausente” y defendió la necesidad de pensar en una “nueva estatalidad”, que sea eficiente y con capacidad transformadora, algo muy parecido a lo que hace Milei. Aseguró que el símbolo de la motosierra que usó Milei en campaña se volvió en su contra: “Ese horrible instrumento ahora no lo levantan tanto porque entró en la casa de las grandes mayorías: los jubilados, los trabajadores que no llegan a fin de mes”.
En clave interna, la líder del peronismo se refirió al desgaste de su espacio tras las elecciones locales, particularmente en la Ciudad de Buenos Aires, donde La Libertad Avanza se impuso con Manuel Adorni, dejando en segundo lugar a Leandro Santoro, candidato del peronismo porteño que tomó distancia del kirchnerismo. “Tenemos que dejar de ser militantes electorales para volver a ser militantes políticos”, subrayó, cuestionando las disputas internas y la falta de estrategia.
Al analizar la coyuntura, Cristina apuntó contra las “bombas de humo” del Gobierno para evitar el debate estructural. Ironizó sobre los slogans oficiales como el “Pacto de Mayo” y los mensajes del ministro Caputo: “Escuchame, un pastelito está dos lucas, ¿qué te pasa?”, dijo, cuestionando la pérdida del poder adquisitivo y el derrumbe del consumo.
En paralelo, versiones publicadas por el sitio La Postal de Mar del Plata sostienen que el presidente Milei estaría explorando un eventual acercamiento con el kirchnerismo, motivado por un giro estratégico impulsado por intereses externos, especialmente de origen estadounidense. Esta posible maniobra buscaría consolidar el poder del oficialismo a través de pactos inesperados, incluso con antiguos adversarios. La intención de Milei es evitar conflictos y negociar con la ex presidenta para garantizar un poder absoluto en el país. Curioso.
Mientras Milei profundiza su ruptura (aunque los necesite para ganar en Bs As) con sectores como el PRO y mantiene una tensa relación con su vicepresidenta Victoria Villarruel, Cristina Kirchner se posiciona nuevamente en el centro de la escena con un mensaje que apunta tanto hacia afuera como hacia adentro del peronismo. La expresidenta dejó en claro que no descarta una recomposición del movimiento, pero exige para ello una revisión profunda de los liderazgos, las alianzas y las prioridades.
“¿Si la familia Oesterheld pudo hablar con Netflix, construir un contrato que fuera bueno y hacer un exitazo, ¿me van a decir que no tenemos capacidad los argentinos para discutir de igual a igual con los extranjeros?”, en alusion a la serie financiada por su amigo y tambien fuerte aportante de sus campañas y otras, Hugo Sigman, hoy cuestionado en EE.UU.
El acto, definido como “un espacio para desmontar el relato de la derrota”, se inscribió dentro del Encuentro de la Cultura Popular, una jornada cargada de simbología política, con espectáculos artísticos y una narrativa que combinó la crítica al neoliberalismo con llamados a recuperar una identidad política activa. “Hay que construir una narrativa del porvenir”, señalaron los organizadores.
La reaparición de la exmandataria, luego de más de dos meses sin intervenciones públicas, se produce en un momento de alta tensión política, con un oficialismo, con buenas iniciativas económicas y que acelera reformas mientras lidia con frentes internos abiertos y una oposición fragmentada. Para Cristina, el desafío no es solo resistir, sino ofrecer una alternativa concreta. Y dejó una advertencia clara: “La fragmentación deviene cuando no hay debate. Cuando hay debate, nunca hay fragmentación. Hay síntesis”.