Andalucía presume cada año de un amplio grupo de playas galardonadas con la bandera azul, un distintivo internacional que certifica la calidad ambiental, la seguridad, los servicios y la gestión sostenible de las zonas de baño.
Sin embargo, no todas las playas del litoral andaluz cuentan con este reconocimiento, y su ausencia puede deberse a múltiples factores: desde la falta de infraestructuras hasta decisiones administrativas o la voluntad de mantener entornos más vírgenes y alejados del turismo masivo.En la provincia de Cádiz, por ejemplo, conviven localidades como Rota, donde todas sus playas lucen bandera azul, con otras como Sanlúcar de Barrameda , que no cuenta con ninguna. Algeciras , una de las ciudades costeras más importantes de la zona, tampoco ha logrado este distintivo para la playa de El Rinconcillo. Lo mismo ocurre con Las Tres Piedras en Chipiona , mientras que otras localidades gaditanas como su capital o Vejer de la Frontera sí logran el pleno. Barbate , por su parte, ve cómo su emblemática playa de Caños de Meca se queda fuera del listado de galardonadas.
En Huelva, algunas de las playas más frecuentadas por vecinos y turistas tampoco han conseguido la bandera azul. La Antilla, Mazagón y Matalascañas figuran entre ellas. En el caso de esta última, ninguna de sus playas ha obtenido este año el reconocimiento, a pesar de ser uno de los destinos más conocidos del litoral onubense.Granada, que cuenta con una franja litoral más reducida, también presenta algunos puntos sin bandera azul. Es el caso del municipio de Albuñol , cuya costa no ha sido distinguida este año.En Málaga, donde muchas playas sí cuentan con el distintivo, se da la excepción de Estepona , que ha visto cómo algunas de sus playas no han sido galardonadas, rompiendo así una tendencia habitual en la Costa del Sol.
Por último, en Almería, destacan varias zonas que tampoco han conseguido la bandera azul. Las playas de El Retamar, Las Negras, Garrucha no figuran entre las reconocidas, lo que no impide que sigan siendo destinos aclamados por su belleza natural y ambiente tranquilo.Aunque la bandera azul no es el único indicador de calidad —y su ausencia no implica necesariamente que una playa sea insegura o poco recomendable—, sí actúa como un referente de excelencia en la gestión ambiental y turística . En muchas de estas playas sin galardón, los municipios trabajan para mejorar sus infraestructuras o simplemente optan por preservar entornos más naturales, menos intervenidos y, en muchos casos, muy valorados por quienes buscan una experiencia diferente junto al mar.
Fuente ABC