A lo largo de la Historia, muchos edificios han cargado con el peso de leyendas e historias imposibles. Algunos son castillos medievales, otros caserones abandonados o cortijos en medio del campo… Sin embargo, cuando los relatos de sucesos inexplicables provienen de un hospital moderno y en activo, el desconcierto se multiplica.
Es el caso que les quiero contar hoy y que tiene como protagonista al Hospital Comarcal de Jaén , un centro sanitario de siete plantas que ha comenzado a hacerse conocido no solo por su atención médica, sino también por fenómenos que se escapan de toda lógica.El hospital cuenta con una actividad constante, como cualquier otro centro de su envergadura e importancia. Sin embargo, una sucesión de episodios inexplicables ha comenzado a alimentar las conversaciones en pasillos, turnos de noche y áreas de descanso. Los testigos no son curiosos o aficionados al misterio, sino profesionales de la salud, técnicos, personal de limpieza y pacientes.
Los relatos, que antes circulaban en voz baja ahora se comparten y van desde llamadas misteriosas en habitaciones vacías, hasta supuestas apariciones y ruidos imposibles.La séptima planta y las llamadas desde la nadaUno de los puntos que más misterio genera dentro de las historias más desconcertantes es la séptima planta del hospital, actualmente dedicada a Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA).
En teoría, esta zona queda completamente desierta por las noches, cuando finaliza la actividad quirúrgica y se libera la planta. Sin embargo, es precisamente en ese silencio nocturno cuando comienzan los fenómenos que más desconciertan al personal.Enfermeras del turno de tarde y de guardia han informado de forma reiterada que los teléfonos de algunas habitaciones comienzan a sonar sin que exista una razón lógica . «Es un sonido inconfundible», comenta una enfermera. «Al principio pensamos que eran llamadas mal colgadas o errores en el sistema, pero al llegar, todo está en orden. Los auriculares están en su sitio, no hay registros de llamadas entrantes. Y lo más extraño: ocurre varias veces por semana, casi siempre a las mismas horas ».
El fenómeno no se limita al personal sanitario. También el equipo de limpieza, que suele trabajar en horarios de menor actividad, ha vivido experiencias similares. Una de las trabajadoras del servicio de limpieza relata: «Ya no me asusto. Al principio sí, claro, pero ahora sabemos que no hay nadie al otro lado. Dejas que el teléfono suene y se detiene solo. No hay explicación».El episodio más inquietante, sin embargo, lo protagonizaron dos enfermeras que aseguran haber visto a un hombre accediendo a una supuesta habitación . Ambas coincidieron en el relato: al dirigirse hacia él para advertirle que esa zona no estaba habilitada, comprobaron que en lugar de una puerta a una habitación, se trataba del acceso a los conductos de calefacción. «Lo vimos entrar.
Le llamamos varias veces, sin respuesta. Al abrir la puerta, no había nadie. Era imposible que se hubiera marchado sin que lo viéramos. Ese frío que sentí no era normal. No era miedo, era otra cosa», explicó una de ellas, aún visiblemente afectada.Segunda planta y el enigma de la silla de TraumatologíaEn la planta segunda, que alberga el área de Traumatología, los sucesos extraños adoptan una forma más discreta, pero no por ello menos inquietante. Allí, varias enfermeras han coincidido en escuchar, durante las noches, el chirrido metálico de una silla moviéndose por el suelo del mostrador de enfermería . Sin embargo, al acudir al lugar, siempre encuentran la silla exactamente donde debía estar.Una profesional que lleva tiempo en esa unidad narró: «La primera vez que lo oí pensé que era una broma. Me acerqué esperando ver a alguien gastando una inocentada, pero no había nadie. Todo estaba en orden. Lo comenté con mis compañeras y resulta que muchas lo habían oído también. No es imaginación».No se trata de un fenómeno aislado ni reciente. Algunas trabajadoras de la zona afirman que el sonido ha sido parte del ambiente nocturno desde hace años, pero que con el tiempo, la recurrencia de los testimonios ha hecho que se hable del tema con menos reticencia.Tercera y cuarta Planta con pasos y arrastres desde una planta vacíaEn los pisos superiores, específicamente en la tercera y cuarta planta, los fenómenos adoptan una dimensión de tipo sonoro.
La tercera planta, usada para hospitalización postquirúrgica, ha sido escenario de quejas recurrentes por ruidos intensos durante la noche. Lo que se escucha, según diversos testimonios, son arrastres, golpes secos y lo que parecen ser camas moviéndose.«Es como si alguien estuviera reordenando toda la planta de arriba a medianoche», cuenta una enfermera. Lo curioso, y desconcertante, es que durante un largo período, la cuarta planta estuvo completamente clausurada por reformas y no había personal trabajando en ella. «Subíamos a comprobar y no encontrábamos nada. Silencio total. Las luces apagadas, ni una cama fuera de su sitio».Desde la reapertura de la cuarta planta, los sonidos no han desaparecido. Pero ahora, quienes están en esa planta aseguran que ellos tampoco son los responsables. Una auxiliar confirma: «Nosotros también los oímos, pero no los generamos. A veces creemos que vienen de otra parte, como si los ruidos estuvieran entre plantas ».Este tipo de testimonios se acumulan sin que exista una explicación oficial o técnica que los justifique. Algunos mencionan defectos de la estructura, tuberías viejas o movimientos de temperatura en el edificio, pero los horarios y la frecuencia de los sonidos dificultan una teoría coherente.
Planta baja y los gemelos invisibles de Pediatría
Si hay un relato que ha perdurado durante años y que ha generado especial inquietud es el que proviene del área de Pediatría, en la primera planta del hospital. Allí, durante mucho tiempo, una habitación específica fue evitada por el personal debido a los numerosos testimonios de niños hospitalizados que afirmaban jugar con dos hermanos gemelos invisibles .«Fue muy raro. No se trataba de un niño ni de un caso aislado. Fueron varios pacientes, de edades diferentes, y todos hablaban de «los gemelos» que venían por la noche a jugar», relata una enfermera que ha vivido varias de esas situaciones. «No teníamos cómo explicarlo. Los niños estaban tranquilos, no parecía que tuvieran miedo, pero sabíamos que no había nadie más allí».A pesar de que la habitación fue reformada recientemente y ya no se utiliza con los mismos fines, la historia permanece viva en el recuerdo del personal. A día de hoy no se han registrado nuevos episodios, pero quienes vivieron aquellos años siguen preguntándose si la presencia de los gemelos invisibles podría volver a manifestarse.Intentos de explicaciónFrente a este conjunto de relatos, el hospital continúa funcionando con normalidad.
No se ha emitido ningún comunicado oficial sobre los fenómenos, ni se ha iniciado una investigación específica más allá de algunas revisiones técnicas aisladas. Personal de mantenimiento ha intentado explicar los ruidos con hipótesis racionales: «Podrían ser tuberías que se dilatan, corrientes de aire, fallos eléctricos . No es raro que un edificio antiguo presente ese tipo de cosas».Sin embargo, para muchos trabajadores, estas explicaciones no alcanzan la realidad. «No se trata solo de ruidos o luces que se encienden solas. Aquí hay una constancia y una acumulación de sucesos muy específicos», señala una técnica que asegura haber oído pasos en pasillos vacíos más de una vez.Algunos se mantienen escépticos. Otros, simplemente prefieren no hablar del tema. Pero lo cierto es que, durante las guardias nocturnas, cada planta del Hospital Comarcal de Jaén guarda sus propios secretos. Y esos secretos, al parecer, no se esconden.El número de testimonios independientes, provenientes de distintas áreas y en diferentes momentos, sigue creciendo. De momento, no hay cámaras ni registros que respalden las historias, solo la palabra de quienes, noche tras noche, conviven con lo inexplicable.
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Fuente ABC