Washington, 3 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA--El ex jefe de la Oficina de Eficiencia Gubernamental, Elon Musk, volvió a marcar distancia con el presidente Donald Trump, esta vez con duras críticas al ambicioso proyecto de ley presupuestario impulsado por la Casa Blanca, al que calificó de “abominación repugnante” y “escandaloso plan electoralista”.

Desde su cuenta oficial en la red X, Musk expresó su rechazo con un tono inusualmente áspero: “Este proyecto de ley de gastos del Congreso, masivo, escandaloso y electoralista, es una abominación repugnante. Debería darles vergüenza a quienes votaron a favor. Lo saben. Lo siento, pero ya no lo soporto”.
El mensaje, que rápidamente se viralizó, llega a pocos días de que Musk abandonara su cargo al frente de DOGE, la oficina creada por Trump para liderar los recortes al gasto público. Pese a que el mandatario lo despidió con elogios por su agresiva política de achicamiento del Estado, la relación entre ambos ha entrado en una fase de fuerte deterioro.

Desde la Casa Blanca respondieron con firmeza. La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, aseguró que el presidente “ya conoce la opinión de Musk sobre este proyecto de ley” y ratificó que Trump se mantiene “firme” en su defensa del paquete fiscal, al que volvió a describir como “un proyecto grande y hermoso”.
El megaproyecto, actualmente en discusión en el Congreso, contempla una reestructuración profunda del sistema fiscal federal, incluye severos recortes a programas de salud y asistencia alimentaria, y propone un incremento del techo de la deuda. Según cálculos independientes, podría añadir cerca de tres billones de dólares al déficit nacional en la próxima década.

Musk, quien había evitado confrontaciones públicas durante su paso por la Administración, ahora sostiene que la ley consolidaría una deuda “abrumadoramente insostenible”, e insiste en que socava los objetivos de ahorro que supuestamente motivaron su gestión en DOGE. Durante su breve mandato, lideró despidos masivos, eliminó agencias federales enteras y redujo la ayuda exterior, aunque los resultados financieros reales de estas medidas han sido objeto de controversia por inconsistencias contables.
El conflicto entre Musk y Trump no ocurre en el vacío: el debate por el presupuesto divide también al Partido Republicano. El presidente ha incrementado la presión sobre los senadores oficialistas para que respalden su paquete de impuestos y gasto. Este martes arremetió contra el senador Rand Paul, quien se opone al plan por considerar que dispara la deuda nacional. Trump lo calificó de “loco” y “perdedor” en redes sociales.
En paralelo, el líder republicano en el Senado, John Thune, reconoció las dificultades internas. “Tenemos que llegar a 51 votos. En las próximas dos semanas decidiremos el camino a seguir”, declaró, señalando que todos los senadores demócratas se oponen al proyecto. Thune advirtió que el país podría alcanzar su límite de endeudamiento hacia fines de agosto si no se aprueba la ley.
A pesar del creciente número de advertencias de economistas sobre el impacto que tendría el proyecto en el endeudamiento nacional, la Casa Blanca insiste en que la iniciativa será parcialmente financiada mediante crecimiento económico y es esencial para evitar una cesación de pagos.
Con su salida del Gobierno y sus recientes declaraciones, Musk se posiciona como una voz crítica de la actual agenda fiscal republicana. Su ruptura con Trump añade una nueva dimensión a las tensiones internas del oficialismo, mientras la batalla presupuestaria se intensifica en el Congreso.