Kiev, 4 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA–A pocas horas de destruir parte de la aviación estratégica rusa, en un nuevo golpe a la infraestructura estratégica, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) llevó a cabo una operación especial en la madrugada de este martes que dañó gravemente el puente de Kerch, que conecta Rusia con la península de Crimea, anexada en 2014. Según confirmaron las autoridades ucranianas, se utilizaron más de 1100 kilos de explosivos colocados en el lecho marino para inutilizar la estructura, clave para el abastecimiento militar ruso en el sur del frente de batalla.
La acción, que se produjo a las 4:44 (hora local), fue ejecutada sin causar víctimas civiles y constituye el tercer ataque al puente desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. El SBU calificó al puente como un “objetivo absolutamente legítimo” por su función en la logística de las tropas de Moscú. La operación fue supervisada personalmente por el jefe del servicio, el teniente general Vasyl Malyuk, quien reivindicó el ataque con una frase simbólica: “Dios ama a la trinidad, y el SBU siempre termina lo que empieza”.

El impacto del ataque obligó a cerrar temporalmente el tránsito en el puente durante al menos tres horas. Las autoridades rusas, aunque evitaron pronunciarse públicamente sobre lo ocurrido, confirmaron la interrupción del tráfico a través de los canales oficiales, sin explicar los motivos. El centro de monitoreo vial pidió además a la población que no difunda imágenes del hecho en redes sociales.
El puente de Kerch, inaugurado en 2018 como un emblema del control ruso sobre Crimea, ha sido blanco repetido de ataques ucranianos, incluyendo la explosión de un camión en octubre de 2022 y un operativo con drones navales en julio de 2023. Su importancia estratégica radica en que permite el transporte de tropas, armamento y suministros desde el territorio ruso continental hacia el frente sur.
Este nuevo ataque se produce apenas 48 horas después de otra operación ucraniana de gran envergadura: el bombardeo con drones a bases aéreas dentro de Rusia, que según el presidente Volodimir Zelensky destruyó más de 40 aeronaves y causó pérdidas calculadas en 7000 millones de dólares. En esa ofensiva, denominada “Telaraña”, se emplearon al menos 117 drones y se golpearon objetivos sensibles como bombarderos estratégicos y hangares militares.

La seguidilla de operaciones en territorio controlado por Moscú pone en evidencia, según fuentes ucranianas, tanto la vulnerabilidad de las defensas rusas como la creciente capacidad de Kiev para llevar la guerra más allá del frente convencional.
El Kremlin, por su parte, no ha emitido declaraciones oficiales tras los ataques, mientras crece la tensión en una etapa crítica del conflicto que ya ingresó en su cuarto año. El golpe al puente de Kerch reaviva la preocupación por la seguridad en Crimea, región cuya anexión nunca fue reconocida por la comunidad internacional.