Buenos Aires, 6 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA-La Argentina enfrenta una amenaza silenciosa pero concreta: el avance sin freno de carteles narcos internacionales y de estructuras de inteligencia extranjera que ya operan en el país con redes logísticas, financieras y políticas de apoyo local. Así lo advirtió el especialista en Antiterrorismo Urbano, Daniel Adler en Radio Rivadavia, quien alertó que las organizaciones criminales mexicanas de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación se instalaron de manera estable en zonas clave del territorio nacional, mientras que células vinculadas al régimen iraní estarían operando con documentación boliviana, en una maniobra encubierta que compromete la seguridad regional.
Según pudo saber Total News Agency-TNA, estas estructuras criminales encontraron en Argentina una plataforma privilegiada para sus operaciones gracias a una combinación letal de baja gobernabilidad, escasa respuesta estatal y, lo más alarmante, la inexistencia de una política efectiva de inteligencia criminal del Ministerio de Seguridad. A esto se suma la falta de fondos reservados específicos para la tarea, que practicamente se diluyen en destinos ajenos a la función de inteligencia criminal, desde luego, también falla la SIDE en materia de terrorismo, organismo que ni siquiera pudo detectar la presencia en el país del Vice Presidente de Irán. En algunos distritos del conurbano, aun permanecen activos venezolanos y bolivianos vinculados a Rusia e Iran respectivamente, segun fuentes de Total News Agency.
Carteles instalados con logística propia y redes de apoyo
De acuerdo a Adler, los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación operan en la zona norte del conurbano bonaerense, el centro de Córdoba y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Se instalaron con laboratorios propios para la producción de metanfetaminas y drogas sintéticas. La detención en 2008 de nueve ciudadanos mexicanos en Ingeniero Maschwitz fue solo la punta del iceberg. Nunca se investigó a fondo esa conexión ni se activaron redes de contrainteligencia para desmantelar la estructura”, afirmó.
El especialista sostuvo que las bandas narco “se infiltraron a través de la Triple Frontera y Bolivia”, aprovechando la falta de controles durante más de 15 años de baja gobernabilidad. Hoy, esas redes están enquistadas en el país y diversifican su actividad: producción y distribución de estupefacientes, lavado de dinero, adquisición de bienes, inversión en marcas, uso de testaferros y creación de estructuras empresariales que blanquean sus ingresos.
Además, Adler advirtió que los carteles ya no actúan como organizaciones aisladas. “Trabajan en red. El cartel de Jalisco Nueva Generación tiene alianzas logísticas con el Primer Comando Capital (PCC) de Brasil. Estas asociaciones permiten mover cargamentos a gran escala, triangulando con mafias europeas como la Ndrangheta italiana, que es una de las más violentas del mundo. El cartel de Sinaloa, a su vez, mantiene vínculos con el ELN colombiano y el cartel del Golfo”, explicó.
Argentina: plataforma logística del Cono Sur
Adler fue enfático al afirmar que Argentina ya no es solo un país de tránsito, sino una pieza clave en la cadena logística del narcotráfico internacional: “Nos transformaron en la principal plataforma de exportación del Cono Sur. Un kilo de cocaína vale 1.750 dólares en Argentina. En Estados Unidos se paga hasta 30.000, en Europa 60.000, y en Asia puede superar los 180.000 dólares. El valor no está en la droga, sino en la cadena de corrupción que permite que circule y llegue a destino sin ser interceptada”.
El experto subrayó que esa logística narco solo es posible con zonas liberadas, complicidad estatal y una estructura judicial y policial permeable. “La corrupción lo sostiene todo. Para que un laboratorio narco opere en Buenos Aires sin ser detectado, se necesita que muchos miren para otro lado. Hay síntomas visibles, como la presencia de aves o animales muertos en los alrededores por la toxicidad, que cualquier investigador entrenado puede identificar. Sin embargo, no hay investigaciones proactivas, ni seguimientos, ni operativos preventivos”, denunció.
Auge de drogas sintéticas y estructuras empresariales criminales
Si bien la cocaína sigue siendo parte del negocio, Adler señaló que la prioridad de los carteles es ahora la producción de drogas sintéticas, por su rentabilidad, bajo costo y dificultad de detección. “En un pequeño laboratorio se pueden producir millones de pastillas que se venden entre 5 y 25 dólares cada una. Es un negocio rápido, escalable, con costos bajos y logística discreta. Eso explica el crecimiento de estos laboratorios en zonas urbanas y suburbanas del país”, indicó.
Además, estas estructuras combinan el delito con operaciones comerciales y financieras sofisticadas. “No son sólo criminales con antifaces. Hay contadores, abogados, agencias de autos, medios de comunicación propios o comprados, estudios de inversión, despachos de arquitectura. Tienen oficinas en zonas de alto nivel, con ejecutivos bien vestidos. Esa es la nueva cara del narcotráfico”, detalló.
Presencia iraní en territorio argentino
Aún más alarmante es la denuncia de infiltración de células vinculadas al régimen iraní, facilitadas por el gobierno de Bolivia. Según Adler, en 2023 Bolivia firmó un acuerdo con Irán supuestamente para cooperación humanitaria y educativa, pero en realidad se trata de un pacto militar mediante el cual Irán maneja parte de las Fuerzas Armadas bolivianas.
“Desde Bolivia ingresan agentes iraníes con pasaportes y DNI bolivianos. No hablan español, pero aparecen con documentación perfecta. Se infiltran con fines de espionaje, penetran estructuras institucionales y se mimetizan con la población. Es una operación de inteligencia extranjera en pleno desarrollo que pasa inadvertida”, denunció.
Total News Agency pudo confirmar a través de fuentes de inteligencia que efectivamente, como indica Adler, Irán habría instalado en Bolivia una base para el ensamblaje de drones, que luego serían exportados a Rusia para su uso en la guerra en Ucrania. Estos movimientos estarían financiados por fondos iraníes canalizados a través de bancos saudíes e iraníes, con conocimiento del gobierno de Luis Arce. A cambio, se otorgan identidades y protección a miembros de la Fuerza Revolucionaria Iraní y del grupo Hezbollah.
Los vacíos del Estado y la ausencia de inteligencia criminal
“La Argentina no tiene inteligencia penitenciaria ni criminal funcional. Tampoco hay una estrategia de contrainteligencia. Los fondos reservados para esa función se han desviado o licuado dentro de una burocracia sin objetivos operativos”. En los hechos, no existe un aparato estatal que permita anticipar, detectar o neutralizar estas amenazas.
Según Adler, esta omisión estructural explica por qué los carteles y grupos terroristas encontraron en el país un espacio ideal para operar. “Primero mandan a la familia, después se instalan ellos. Compran propiedades, transfieren dinero, crean empresas pantalla, viven en barrios cerrados y no son molestados”, dijo.
A modo de ejemplo, mencionó la reciente deportación desde Córdoba de la esposa y los hijos del narco ecuatoriano José Adolfo “Fito” Macías, líder de la banda Los Lobos, que semanas atrás había tomado un canal de televisión en Ecuador en una acción que mostró su poder y peligrosidad. Esa organización ya tiene presencia en Chile y Perú, y no tardará en llegar a la Argentina a través de la Triple Frontera, advirtió.
Conclusión: un Estado sin defensas frente a una amenaza transnacional
La gravedad del diagnóstico es contundente: Argentina se encuentra expuesta, sin políticas de seguridad efectivas, sin inteligencia criminal ni contrainteligencia, sin fondos reservados operativos y con estructuras judiciales, políticas y policiales altamente vulnerables a la penetración del crimen organizado y de actores estatales extranjeros.
Los carteles ya no sólo exportan droga: importan impunidad, invierten en negocios legales y convierten sus redes delictivas en verdaderas corporaciones con rostro empresarial. Al mismo tiempo, actores como Irán extienden su influencia mediante acuerdos encubiertos y operaciones de inteligencia, usando a Bolivia como plataforma de penetración regional.
Frente a este panorama, la advertencia de los expertos es clara: si no se restituye de manera urgente una política de inteligencia criminal activa, profesional y autónoma, con fondos reservados reales y control político, el país seguirá profundizando su condición de refugio estratégico para organizaciones criminales y estados hostiles.