Jerusalén, 13 de junio de 2025-Total News Agency-TNA-La tensión en Oriente Medio alcanzó niveles críticos tras los ataques aéreos israelíes dirigidos contra instalaciones militares y nucleares en territorio iraní, desencadenando una serie de reacciones y advertencias de represalias que han puesto a la región y a la comunidad internacional en máxima alerta.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, confirmó en un mensaje televisado que la ofensiva fue cuidadosamente discutida en el gabinete de seguridad, donde se evaluó el “precio” que Israel debería pagar por la operación. Netanyahu reconoció que existían dudas dentro del gobierno sobre la magnitud de la respuesta iraní, pero defendió la acción afirmando que era necesaria para debilitar de manera significativa tanto el liderazgo militar iraní como a los científicos responsables del programa nuclear de Teherán. El mandatario instó a la población israelí a mantener la calma, seguir las instrucciones del Comando del Frente Interior y permanecer cerca de zonas seguras ante la posibilidad de represalias inminentes.

En el ámbito internacional, Netanyahu aseguró que Estados Unidos fue informado con antelación sobre la operación, aunque aclaró que la administración del presidente Donald Trump no participó en la ejecución de los ataques. Trump, por su parte, declaró que el estatus del programa nuclear iraní es incierto tras los bombardeos y dejó en duda la continuidad de las conversaciones nucleares previstas para este fin de semana. En entrevistas a medios estadounidenses, el presidente expresó que aún existe la posibilidad de alcanzar un acuerdo con Irán y que su gobierno intentó evitar una mayor humillación para el régimen iraní.
El secretario de Estado estadounidense reiteró públicamente que Washington no tuvo participación ni brindó asistencia directa en los ataques, mientras que el Departamento de Estado activó un grupo de trabajo para coordinar posibles evacuaciones de ciudadanos estadounidenses en Medio Oriente, en previsión de una escalada mayor del conflicto.

En el terreno, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desplegaron reservistas en todo el país en el marco de la operación denominada “León Naciente”, preparándose tanto para la defensa como para eventuales acciones ofensivas en múltiples frentes. Las FDI informaron que un misil lanzado desde Yemen impactó en la ciudad de Hebrón, en la Ribera Occidental, sin que se activaran los sistemas de defensa antimisiles. El incidente se encuentra bajo revisión por parte del ejército israelí.
Simultáneamente, medios estatales iraníes reportaron el derribo de un dron israelí cerca de la Planta de Enriquecimiento de Combustible de Fordow, una instalación nuclear subterránea ubicada en las cercanías de Qom. Además, se registraron ataques aéreos israelíes sobre la base aérea de Hamadán, en el oeste de Irán, y en la ciudad de Fardiz. Las defensas aéreas iraníes fueron activadas en todo el país, y se informó la interceptación de misiles al sur y oeste de Teherán, así como en la ciudad de Karaj.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que la planta nuclear de Natanz fue alcanzada durante los ataques, pero aseguró que los niveles de radiación fuera de la instalación permanecen “sin cambios”, y que la contaminación interna puede ser gestionada con medidas de protección adecuadas.
El embajador de Israel en Estados Unidos reiteró el compromiso de su país de impedir que Irán desarrolle armas nucleares, asegurando que la operación continuará hasta eliminar cualquier capacidad de Teherán para fabricar una bomba atómica. El ministro de Asuntos Exteriores israelí, en tanto, justificó la ofensiva como un paso necesario para eliminar la amenaza existencial que representa Irán para el Estado hebreo, y sostuvo que la “guerra de Irán contra Israel” comenzó con los ataques liderados por Hamas el 7 de octubre de 2023.
La respuesta iraní no se hizo esperar. El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, calificó el ataque como una “agresión imprudente” y advirtió que Israel “lamentará profundamente” sus acciones. En una carta al Consejo de Seguridad de la ONU, Irán exigió una condena internacional y aseguró que responderá de manera “decisiva y proporcional”, reservándose el derecho a defender su soberanía. Además, Teherán convocó a la embajadora suiza, representante oficial de los intereses estadounidenses en Irán, para advertir a Washington sobre las consecuencias de cualquier apoyo a Israel durante la respuesta iraní.
En el plano diplomático, los gobiernos de Reino Unido, Francia y Alemania mantuvieron conversaciones conjuntas tras el ataque, expresando su preocupación por la posibilidad de una escalada mayor y haciendo un llamado a todas las partes para buscar una solución diplomática y evitar acciones militares que puedan desestabilizar aún más la región. Los líderes europeos reafirmaron el derecho de Israel a la autodefensa, pero subrayaron la necesidad de retomar el diálogo.
Iraq, por su parte, condenó la ofensiva israelí y expresó su solidaridad con Irán, instando al gobierno iraní a mantener abiertas las vías de diálogo con Estados Unidos, a través de la mediación de Omán. El gobierno iraquí presentó una queja formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU y advirtió que Irán se reserva el derecho a responder en proporción a la magnitud de la amenaza.
Mientras tanto, la población israelí permanece en estado de alerta máxima ante la posibilidad de nuevos ataques con drones y misiles, luego de que las FDI informaran sobre el lanzamiento de más de un centenar de drones iraníes hacia territorio israelí en lo que se considera solo la primera etapa de una posible represalia a gran escala.
La comunidad internacional sigue con preocupación el desarrollo de los acontecimientos, mientras aumenta la presión para evitar una escalada que podría tener consecuencias imprevisibles en toda la región.