La historia de Ruangsak Loychusak y Vishwash Kumar Ramesh parece sacada de una película, pero es completamente real. Separados por 27 años y miles de kilómetros, ambos hombres sobrevivieron a devastadores accidentes aéreos mientras ocupaban exactamente el mismo asiento: el 11A.
El primero, un cantante y actor tailandés, logró escapar con vida del vuelo de Thai Airways que se estrelló el 11 de diciembre de 1998 en Surat Thani, al sur de Tailandia.
El segundo, un ciudadano británico de origen indio, fue el único sobreviviente del vuelo AI171 de Air India, que se precipitó el pasado 12 de junio de 2025 tras despegar de Ahmedabad rumbo a Londres.
Dos accidentes, una misma coincidencia: el milagro del 11A
En el trágico accidente de 1998, el Airbus A310-300 de Thai Airways impactó durante el aterrizaje contra una torre de control y se estrelló en un pantano. De las 146 personas a bordo, murieron 101. Ruangsak, que viajaba en el asiento 11A, logró sobrevivir.
“Estuve más de 10 años sin subirme a un avión. Aún puedo recordar el olor del pantano”, relató recientemente a medios tailandeses.
En 2025, el Boeing 787-8 Dreamliner de Air India cayó apenas 30 segundos después del despegue, estrellándose contra una residencia estudiantil y causando una explosión que dejó 279 muertos, incluyendo estudiantes y trabajadores de la zona.
De los 242 pasajeros y tripulantes, solo uno vivió para contarlo: Vishwash Kumar Ramesh, quien también viajaba en el asiento 11A.
¿Qué dicen los expertos sobre esta llamativa coincidencia?
Aunque la historia conmueve y estremece, los especialistas en aviación advierten que no se puede establecer un patrón de supervivencia basado en la ubicación del asiento.
Ron Bartsch, presidente de AvLaw Aviation Consulting, explicó a la cadena australiana ABC que la seguridad depende de múltiples factores:
“En este caso, el pasajero estaba junto a una salida de emergencia, lo que claramente aumentó sus probabilidades”.
Además, la numeración y ubicación del asiento 11A varía según el modelo del avión, por lo que no puede considerarse un “asiento milagroso”.

Sin embargo, el impacto emocional de esta coincidencia no pasó desapercibido ni para el propio Ruangsak, quien confesó haberse estremecido al enterarse del caso: “El detalle del asiento me provocó muchos escalofríos”
Una tragedia sin precedentes en India
El siniestro del vuelo AI171 dejó una huella profunda. El avión se estrelló contra un barrio residencial y terminó impactando contra la cantina de una facultad de Medicina, a apenas 1,5 kilómetros del aeropuerto de Ahmedabad.
Las llamas consumieron la aeronave y los cuerpos de muchas víctimas todavía están siendo identificados. Hasta el domingo por la noche, solo se habían reconocido oficialmente a 47 de los 279 fallecidos.
Vishwash, desde su cama en el Hospital Civil de Ahmedabad, relató que vio morir a las personas que estaban a su alrededor, incluida su propia azafata y su hermano Ajay, quien también iba a bordo. “Vi la salida, pensé que podía llegar. Lo intenté y lo logré”, dijo con la voz entrecortada.
Fuente El Cronista