Buenos Aires, 16 de junio de 2025 – Total News Agency (TNA)–La reciente escalada del conflicto entre Israel e Irán ha generado un nuevo frente de incertidumbre para los mercados financieros globales, y Argentina no quedó al margen. A pesar de datos positivos a nivel local, como la sorpresiva baja del Índice de Precios al Consumidor (IPC) al 1,5% mensual, la reacción de los inversores fue de extrema prudencia ante el deterioro del clima externo, lo que se tradujo en fuertes caídas de hasta el 7% en acciones argentinas cotizadas en dólares.
El conflicto bélico en Medio Oriente impulsó una suba significativa en los precios del petróleo, superando los USD 90 el barril, y provocó un movimiento defensivo en los mercados conocido como “fly to quality”, es decir, el desplazamiento hacia activos más seguros como el oro, que marcó un récord histórico de más de USD 3.400 por onza.
Volatilidad global con consecuencias locales
“El mercado argentino, por su condición de emergente, tiende a amplificar las reacciones a los shocks globales. La volatilidad se disparó y los precios reflejan ese nerviosismo”, señaló el economista Gustavo Ber, quien advirtió que la situación geopolítica, sumada a la incertidumbre política interna tras la condena judicial a Cristina Kirchner, podría seguir pesando sobre los activos domésticos.
La plaza financiera local venía intentando consolidar señales de estabilidad con la desaceleración inflacionaria, pero la guerra en Medio Oriente introdujo un riesgo exógeno que puede postergar decisiones de inversión, especialmente en sectores no ligados a la energía.
Desde Clave Bursátil, el analista Martín Genero señaló que incluso los bonos del Tesoro estadounidense, históricamente considerados refugio, muestran señales de debilidad, producto de la incertidumbre fiscal en EE.UU. y la desconfianza creciente hacia un eventual regreso de Donald Trump al poder. En ese contexto, el “fly to quality” ha migrado al oro y otras materias primas, debilitando aún más la posición de los bonos emergentes como los argentinos.
Bonos condicionados por el riesgo país y el contexto global
Con un riesgo país cercano a los 700 puntos básicos y un contexto global adverso, Argentina continúa en desventaja a la hora de buscar financiamiento externo. “El rendimiento de los bonos del Tesoro al 4,5% anual pone un piso muy difícil de superar para emisores de alto riesgo como la Argentina”, explicó Genero.
Por otro lado, el analista Gastón Lentini remarcó que si bien “el dinero es cobarde y huye ante la guerra”, la Argentina podría beneficiarse en forma puntual a través de acciones de empresas petroleras, como YPF, que históricamente responde con alzas ante aumentos del crudo.
Lentini advirtió, sin embargo, que este tipo de beneficios son transitorios y sujetos a una posible extensión del conflicto: “Se sabe dónde empiezan las guerras, no dónde terminan. El gran problema es que este tipo de crisis geopolíticas desvían el foco de los grandes fondos internacionales, y la Argentina queda relegada en la agenda global de inversiones”.
Escenario mixto para inversores
El contexto sugiere una postura más conservadora para quienes gestionan portafolios en la región. “Los activos argentinos tienen poco margen de maniobra. Solo los inversores sofisticados pueden encontrar valor en papeles puntuales ligados a energía o e-commerce regional”, comentó Lentini, quien destacó la buena perspectiva técnica de Petrobras y Mercado Libre, esta última vista como una rareza atractiva por su perfil regional y baja exposición al conflicto geopolítico.
En resumen, el escenario bélico internacional no solo genera temor en las bolsas, sino que también condiciona directamente a un país como Argentina, que continúa en la búsqueda de financiamiento externo, estabilidad macroeconómica y señales políticas claras que aún no terminan de materializarse.