La Justicia de San Juan condenó el pasado 26 de mayo a la pena de prisión perpetua a la exinvestigadora del Conicet, Luciana Teresita Bustos, por el crimen de su amigo, Marcelo Amarfil, al considerar que lo asesinó durante un juego sexual.
Este miércoles, su defensa adelantó que va a apelar al fallo, bajo la premisa de que la mujer actuó en legítima defensa cuando el hombre supuestamente intentó violarla.
Los representantes de la exbecaria del organismo, Néstor ‘Roly’ Olivera y Fabiana Salinas, confirmaron esta decisión después de que los jueces Gerardo Fernández Caussi, Guillermo Adárvez y Matías Parrón dieran a conocer los fundamentos de su veredicto. Los magistrados la encontraron culpable del delito de “homicidio agravado por el vínculo” contra Amarfil, de 43 años, que murió tras ser degollado y recibir seis puñaladas
.La defensa de Bustos se basa en el artículo 34, inciso 6, del Código Penal Argentino, que establece las condiciones bajo las cuales una persona actúa en legítima defensa y no es punible. El mismo indica que no será castigado quien obre en “defensa propia o de sus derechos, siempre que concurran las siguientes circunstancias: agresión ilegítima, necesidad racional del medio empleado y falta de provocación suficiente por parte del que se defiende”.
Durante el debate oral, la licenciada en Historia dijo que el día del hecho, ocurrido el 17 de enero de 2024, fueron a cenar con su amigo y más tarde él habría intentado abusarla sexualmente, por lo que respondió utilizando un cuchillo que tenía en la guantera de su auto. Amarfil fue hallado esposado y con los ojos cubiertos por un antifaz; por lo que su versión no convenció al tribunal.
Los Dres. Olivera y Salinas buscan analizar los puntos de los argumentos del fallo que consideran “agraviantes”, con el fin de avanzar en su apelación ante el Tribunal de Impugnación. Por ejemplo, sostienen que nunca se comprobó la “existencia de una relación de pareja” entre Bustos y la víctima, por lo que no están de acuerdo con ese agravante.
Por otro lado, no concuerdan con la mecánica del hecho descripta por el fiscal a cargo de la causa, Francisco Pizarro, que durante el proceso había indicado que las relaciones íntimas habrían sido consentidas: “La acusada no tenía señales de semen en su cuerpo. Engañó a Amarfil con un juego sexual y lo ejecutó, no cabe otra pena que la cadena perpetua”.
La mujer de 34 años y especializada en Historia de la Provincia de San Juan en el siglo XX, es la única acusada en el caso. Permanece detenida bajo prisión preventiva porque la sentencia aún no está firme, y en el caso de que se demuestre su versión podría ser absuelta.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today