Washington, 21 de junio de 2025 – Total News Agency (TNA)–En una sorpresiva declaración desde su red social Truth, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, confirmó en la noche del sábado que fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo una operación aérea de alta precisión sobre tres centrales nucleares iraníes, destruyendo por completo el complejo subterráneo de Fordow, considerado uno de los pilares del programa atómico del régimen de los ayatolás.

“Completamos con éxito nuestro ataque sobre tres sitios nucleares en Irán, incluyendo Fordow, Natanz y Esfahan. Todos nuestros aviones han salido del espacio aéreo iraní y están a salvo en su camino de regreso”, afirmó Trump en su comunicado oficial, destacando la magnitud del operativo y la efectividad de las fuerzas armadas estadounidenses.
La acción fue encabezada por bombarderos B-2, especializados en misiones de penetración profunda, que descargaron una carga completa de explosivos sobre el sitio de Fordow, ubicado a unos 90 kilómetros de Teherán y enterrado a 80 metros bajo una montaña endurecida por siglos de presión geológica. El enclave, protegido por capas de roca y concreto reforzado, había sido diseñado por Irán para resistir cualquier ofensiva aérea convencional.

Trump celebró el operativo como “un momento histórico para Estados Unidos, Israel y el mundo”, y exigió al régimen iraní “aceptar poner fin a la guerra”. En otro mensaje publicado en Truth, el mandatario reposteo una afirmación tajante: “Fordow ha desaparecido”.
El complejo Fordow fue durante años uno de los secretos mejor guardados de Teherán. Su existencia recién se hizo pública en 2009, cuando Estados Unidos, Francia y el Reino Unido revelaron al mundo que Irán había estado construyendo una planta de enriquecimiento de uranio clandestina. Desde entonces, se convirtió en uno de los focos de mayor tensión en las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.

El bombardeo también alcanzó los centros de Natanz y Esfahan, que junto con Fordow conformaban el triángulo más sensible del desarrollo nuclear persa. Se desconoce por el momento el grado de daño en estas dos últimas instalaciones, aunque fuentes militares estadounidenses afirmaron que “los objetivos fueron neutralizados”.
Desde el régimen iraní aún no se emitió un comunicado oficial, pero medios estatales reconocen que la planta de Fordow quedó inutilizada y que las fuerzas aéreas del país se encuentran en estado de máxima alerta.
El ataque reaviva las tensiones globales y podría implicar un punto de inflexión en el enfrentamiento entre Occidente y la teocracia iraní. Washington, por su parte, no descarta nuevos ataques si Teherán insiste en continuar con su programa de desarrollo de armas nucleares.
La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, mientras se multiplican las reacciones diplomáticas en Medio Oriente y Europa. La acción militar se produce en un contexto de alta volatilidad en la región, tras varios episodios de intercambio bélico entre Israel e Irán, y podría desencadenar represalias que escalen el conflicto regional a un nivel sin precedentes.