Por Martín Bidegaray
El economista Ramiro Castiñeira, uno de los más cercanos al presidente Javier Milei, habló sobre la oportunidad “de oro” que tiene la Argentina para generar dólares con Vaca Muerta.
Respecto al impacto que el conflicto Irán-Israel puede tener en la economía argentina, Castiñeira aseguró que los problemas del país son “siempre fronteras adentro” y se refirió puntualmente al caso del petróleo.
“Los problemas de la Argentina son siempre fronteras adentro: inflación, pobreza, falta de crecimiento económico. Fronteras afuera, obviamente tiene su dinámica y su volatilidad, pero son movimientos exógenos que no dependen de vos”, planteó en una entrevista con El Observador.
En este sentido, apuntó que “el desarrollo de Vaca Muerta se demoró más de 15 años porque nadie se animaba a hacer inversiones fuertes por las trabas que tenía Argentina, como el cepo cambiario”.

La oportunidad “de oro” que tiene la Argentina para generar dólares, según Ramiro Castiñeira
Ahora, el economista aseguró que “si Argentina finalmente equilibra sus cuentas públicas, va a poder sacarle beneficio a su propia macroeconomía en cualquier contexto económico”.
En lo que es petróleo, Castiñeira afirmó que Argentina “está a las puertas de una gran oportunidad con Vaca Muerta”.
“Argentina ya ha recuperado el autoabastecimiento energético, después de haber dilapidado más de u$s 120.000 millones en subsidios al sector, y tiene proyecciones de exportaciones energéticas de u$s 30.000 millones si el desarrollo de Vaca Muerta empieza a darse con fuerza”, se explayó.
Vaca Muerta: por qué seguirá trayendo dólares pese a la caída de precios
El oleoducto Vaca Muerta Sur es una las grandes esperanzas de la industria energética argentina. La obra demandará u$s 2500 millones. Y las empresas ven mucho potencial en las exportaciones de petróleo que pueden obtener de allí y de la operación de barcos para despachar GNL. En ese aspecto, el que viene liderando es PAE, en un proyecto junto con otras petroleras.
Sin embargo, algunos cambios recientes en el contexto internacional podrían afectar el éxito de estos proyectos.
En Epyca elaboraron un documento sobre potenciales riesgos. Uno de ellos es la abundancia de producción de GNL, porque varios países se lanzaron a esa misión, sumada a una disminución de los compradores.
“El plan de Estados Unidos de duplicar su capacidad de licuefacción para 2028, la eventual reincorporación de Rusia y el desarrollo de Qatar y Arabia Saudita podrían generar un exceso de oferta de GNL. El Institute for Energy Economics and Financial Analysis espera una expansión del 40% en la capacidad de licuefacción de GNL para 2025-2028.
Las petroleras locales que se subieron a la exportación de barcos están al tanto de esta situación. Pero la relativizan.
“Cuando establecemos contactos con empresas y gobiernos de China, Japón, Corea, Alemania, Países Bajos, en todos lados nos dicen que van a tener necesidades de GNL. También nos lo dicen en India y en otras economías crecientes”, explica un ejecutivo local.
La idea es que en un puerto rionegrino funcione con varios barcos que lleven GNL argentino al mundo desde 2027. Pan American Energy encabeza una de las iniciativas, mientras que YPF también tiene planes al respecto con Shell.
En sentido contrario, el pronóstico de algunas consultoras es que la demanda no crecerá a la misma velocidad que la oferta. “La demanda global de GNL no crecerá al mismo ritmo que la oferta. Entre los principales consumidores mundiales, en Europa la demanda alcanzaría su máximo en 2025 y luego disminuiría hasta 2030 por políticas climáticas” afirma Epyca.
“Es muy difícil hacer una proyección en escenarios tan cambiantes. Pero la realidad es que Argentina tiene una inmensa cantidad de gas enterrado en Vaca Muerta. Y que ese gas hay que sacarlo, y la única forma de que sea exitoso es si llega al resto del mundo“, razonan las empresas locales.
“Por supuesto que es una apuesta importante y hay una volatilidad impredecible. Pero estamos muy seguros que hay mucho mercado para el gas argentino“, agregan.
Durante este año, desde el golfo San Matías se podrá exportar un buque petrolero cada cinco días. Eso lleva a la industria a proyectar un superávit comercial de su sector cada vez más elevado. En 2024, fue de u$s 5600 millones y se ilusionan con crecer hasta u$s 8000 millones en 2025.
YPF posee un ambicioso plan de exportación de GNL en conjunto con Shell. Planean hasta dos barcos, aunque todo el proceso está en estudio y lo firmado hasta ahora son “entendimientos” que sirven como preludio. El otro proyecto, encabezado por PAE, también cuenta con perspectivas favorables.
Casi todas las petroleras locales se subieron al oleoducto Vaca Muerta Sur y también a los barcos que exportarán GNL. Ven un enorme potencial y no se quieren quedar afuera de un posible “boom”.
El precio del petróleo bajó a u$s 63 por barril como consecuencia de la guerra comercial desatada por el presidente estadounidense Donald Trump. La ecuación del negocio es diferente a cuando estaba a u$s 75. “Nuestra proyección a futuro es que este precio es pasajero, y que vendrá una recomposición. La industria suele mirar a mediano plazo, y nuestras proyecciones siguen siendo muy positivas”, afirman en una petrolera.
Horacio Marín, titular de YPF, también afirmó que -pese a la caída de los precios-, su compañía seguiría invirtiendo en los mismos proyectos.
Riesgos ambientales
YPF encargó tres Estudios de Impacto Ambiental para el Oleoducto Vaca Muerta Sur. “Uno por cada tramo del oleoducto Vaca Muerta Sur. Los grupos ambientalistas detectaron omisiones” detalla Epyca.
“Cada vez que se emprenden proyectos de gran escala hay riesgo ambiental. Pero hay que saber dimensionar. Estuvo el caso de la exploración offshore. Al principio, hubo críticas y un debate acalorado. Sin embargo, hoy en Brasil a nadie se le ocurriría prescindir de esa forma de energía, ya que aporta mucho al PBI de ese país y a su potencial energético”, dice un consultor que prefiere no entrar en polémicas.
Los potenciales riesgos del oleoducto y los barcos con GNL afectan a la Península Valdés (Chubut) “por la conectividad oceanográfica y biológica”, según Epyca. Tanto el proyecto VMOS como el de GNL se debatieron en audiencias públicas en Río Negro, pero sin participación de Chubut o Neuquén, de acuerdo con la misma consultora.
“Somos una industria profundamente observada, casi como ninguna. Los inversores y accionistas confían en un manejo de nuestros proyectos sin que afecten cuestiones ambientales”, machacan.
Fuente El Cronista