Buenos Aires, 6 de julio de 2025 – Total News Agency-TNA–En una decisión que provocó sorpresa y críticas en distintos sectores, el presidente Javier Milei resolvió suspender el tradicional desfile militar del 9 de Julio, con el argumento de reducir el gasto público. La medida, confirmada por el Ministerio de Defensa, responde a una estimación oficial que calculó en cerca de 1.000 millones de pesos el costo del evento, superando los 720 millones que insumió el año pasado.
La cancelación cayó como un baldazo de agua fría en las Fuerzas Armadas, que se preparaban para reeditar el despliegue de 2024 sobre la Avenida del Libertador. En aquella ocasión, el acto había servido como muestra de unidad entre Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel, una relación que hoy se presenta visiblemente erosionada. Desde el Ejecutivo aseguran que hasta los símbolos patrios deben someterse a la lógica del ajuste.
Mientras tanto, Milei abrió un nuevo frente de conflicto con la prensa, al impulsar una serie de denuncias penales por calumnias e injurias contra los periodistas Jorge Rial, Fabián Doman, Mauro Federico, Nicolás Lantos y Julia Mengolini. En sus redes sociales, el mandatario defendió la ofensiva judicial asegurando que “los periodistas no son especiales” y que “les caben las generales de la ley como a cualquier ciudadano”.
Las demandas activaron reacciones en el arco opositor y en organizaciones que alertan sobre un hostigamiento a la libertad de expresión. La diputada Mónica Macha presentó un proyecto para repudiar los ataques del presidente contra Mengolini, a quien defendió en el marco de lo que calificó como violencia política y de género. Además, exigió la excarcelación de la militante Alesia Abaigar, detenida tras una protesta frente a la casa del diputado José Luis Espert, otro episodio que la oposición vincula con un intento de criminalizar la protesta.
Exfuncionarios, veteranos de Malvinas y referentes de distintas fuerzas también cuestionaron la ausencia presidencial en el acto patrio, y recordaron que fue el propio Milei quien, en 2024, había reivindicado el desfile del Día de la Independencia como un gesto de recuperación de la tradición perdida durante el kirchnerismo.
El presidente, sin embargo, parece decidido a sostener su línea de acción sin reparar en el costo político. Apuesta a que su electorado valore la consistencia del ajuste fiscal y a convertir la confrontación con el periodismo en una bandera frente a lo que considera la “casta mediática”.
Mientras la austeridad se impone incluso en las fechas históricas, y la tensión con la prensa crece, la figura de Milei vuelve a polarizar el escenario político argentino, esta vez en pleno mes de la Independencia.