Por Dario Rosatti
Buenos Aires-8 de julio de 2025-Total News Agency-TNA-Una serie de escándalos sacuden al oficialismo luego del ingreso al país, sin control aduanero, de diez valijas a bordo del Bombardier matrícula N18RU, ligado al empresario Leonardo Scatturice y su colaboradora Laura Belén Arrieta, gerente de OCP TECH. El episodio, que ocurrió el 26 de febrero tras una cumbre de Javier Milei con Donald Trump en Washington, fue encubierto por una orden explícita para que funcionarios de Aduana no inspeccionaran el equipaje, aunque aún no se sabe quién instruyó la omisión.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, calificó de “idiotas” a quienes cuestionaron el episodio y afirmó que “es fácticamente imposible” que existieran diez maletas sin control, versión desmentida por las imágenes recabadas por la PIA y la Justicia.
El Director de Aduana, Juan Pazo, afirmó que se utiliza una “facultad selectiva” para revisar equipajes y defendió que el gobierno abrió la investigación, a pesar de que las imágenes muestran claramente que las valijas ingresaron sin escáner ni controles.
En el Gobierno se admite que existió la orden para obviar la revisión, aunque persiste el hermetismo sobre el origen. Podría estar ligado al influyente apoderado de La Libertad Avanza, Santiago Viola, quien sin cargo formal ni responsabilidades administrativas desempeñaría un rol bajo cuerdas muy similar al de Santiago Caputo, pero dentro de la Aduana. ¿Una nueva aduana paralela?
Dentro del Gobierno mismo circula la sospecha de que las valijas en cuestión habrían transportado fondos o dispositivos tecnológicos avanzados vinculados a tareas de inteligencia y desarrollo en inteligencia artificial. Algunas fuentes no descartan que dicho material estuviera destinado tanto a la estructura operativa de la SIDE como a un eventual núcleo cibernético no oficial ligado a las Fuerzas del Cielo, el grupo impulsado por Santiago Caputo que opera desde la sede de la Fundación Faro en Reconquista 40.
Caputo, asesor estrella de Milei, suma además otro golpe: su amiga Arrieta fue la responsable del embarque, y recientemente fue desplazado de la conducción del armado bonaerense de La Libertad Avanza a manos de Karina Milei y sus operadores, Sebastián Pareja y Eduardo “Lule” Menem. Sus pretendidas candidaturas para las boletas provinciales chocaron con los nuevos armadores y fue relegado, pese a mantener algún peso en el denominado “Triángulo de Hierro”.
Fuentes de Casa Rosada afirman que el superasesor “está pasado de estrés, tal vez excedido por automedicación constante” —un comportamiento no recomendado por la OMS— y que estaría sufriendo un síndrome de poder similar al que obligó a Juan Manuel Abal Medina a renunciar y descansar en un spa especializado. El ejercico del poder agota.
El escándalo se agrava con nuevas imputaciones en torno a actividades encubiertas de la SIDE en la triple frontera, donde una operación filtrada por internas dentro del organismo dirigido por Sergio Neifert involucra a Santiago Caputo, dado que Neifert es su proxi. Algunos apuntan a hombres del histórico espía Horacio Antonio Stiuso, señalados como posibles responsables de las filtraciones.
La causa —a cargo de los fiscales Claudio Navas Rial y Sergio Rodríguez y el juez Pablo Yadarola— avanza gracias a los videos de la PIA, controles migratorios y declaraciones de agentes. Caputo “tiene que explicar mucho”, según un funcionario que indicó que varios en el gabinete critican su vínculo con Scatturice, quien aspiraba a usarlo como pieza para acercarse a Trump. Curiosamente, Scatturice no puede salir de EE.UU, por estar un poco flojo de papeles migratorios.
Leonardo Scatturice se casó con Diana María Marquardt, una argentina que se nacionalizó estadounidense. Este matrimonio se formalizó mientras él buscaba establecer su residencia en Estados Unidos y segun pudo saber Total News Agency, alguien alli le “echo el ojo” en plena guerra del Presidente Trump con inmigrantes.
Este cúmulo de revelaciones ubica a Caputo en su peor momento político: subordinado ante Karina Milei, sospechado por judiciales por el escándalo de valijas, señalado como excesivamente estresado, y vinculado con maniobras de inteligencia clandestina.