Washington, 9 de julio de 2025 – Total News Agency‑TNA‑El expresidente de Estados Unidos y líder republicano Donald Trump impulsó un acuerdo arancelario diferenciado con Argentina, priorizando al gobierno de Javier Milei en función de tres motivos geopolíticos centrales asociados a Buenos Aires. La decisión se enmarca en la ofensiva comercial de Washington frente a China y fue articulada a través de intensas negociaciones diplomáticas en Washington entre el canciller Gerardo Werthein y el secretario de Comercio estadounidense Howard Lutnick.
En este marco, Trump busca fortalecer cadenas de suministro confiables y estratégicas para EE.UU. en caso de una escalada arancelaria con China . Argentina, con su alineamiento ideológico y personal con Trump, sumado a la condena explícita del régimen chino, resultó elegida como socio privilegiado. La exposición en sectores con capacidad exportadora —lácteos, agroalimentos, industrias livianas— garantizó su inclusión en un mecanismo especial.
Tras la aceleración del diálogo tras una reunión inicial en abril en Washington y cónclaves posteriores entre Werthein y Lutnick, se acordó una lista preliminar de 100 productos nacionales con arancel cero en EE.UU., frente a una tasa global del 10 %, beneficiando entre el 70 % y el 80 % del total exportable argentino.
No obstante, este trato preferencial no abarca sectores estratégicos: los aranceles al acero y al aluminio —establecidos en 50 % en marzo— permanecerán vigentes, ya que el acero y el aluminio son considerados insumos esenciales para la seguridad nacional. Según la orden ejecutiva de Trump, la medida busca “apoyar” a la industria nacional y mitigar amenazas a la seguridad.
Trump fijó el inicio del nuevo régimen arancelario para el 1 de agosto. La Casa Blanca maneja los tiempos del anuncio oficial, buscando resaltar el caso como un “modelo estratégico” de alianza regional .
El pacto se inscribe en una lógica mayor: EE.UU. premia aliados confiables e impone restricciones a quienes mantengan estrechas relaciones con Beijing. En este contexto, Argentina queda exenta del “síndrome Kazajistán”, un escenario que llevó a Trump a aplicar aranceles del 25 % a ese país centroasiático tras su acercamiento a China .
En la Casa Rosada aguardan la confirmación oficial del acuerdo en Washington, conscientes de que, en la relación con Trump, la incertidumbre es parte del vínculo.
Este desarrollo consolida a Argentina como socio estratégico de EE.UU. en su disputa global con China, a la vez que responde a objetivos de Milei: atraer inversiones, expandir la inserción exportadora y sostener su proyecto de liberalización económica.