WASHINGTON, 14 de julio de 2025 – Total News Agency-TNA-En una declaración de alto voltaje político y geopolítico, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que impondrá “aranceles secundarios muy severos” a Rusia si en un plazo de 50 días no se alcanza un acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania. El mensaje fue pronunciado durante una conferencia de prensa conjunta con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en el Salón Oval de la Casa Blanca.
“Estoy decepcionado con Putin porque pensé que habríamos tenido un acuerdo hace dos meses. Pero no llegó. Así que vamos a aplicar aranceles secundarios muy severos si no tenemos un acuerdo en 50 días. Es muy sencillo. Serán del 100%. Así son las cosas”, afirmó el mandatario republicano.
Aunque no quedó claro si Trump aludía a sanciones o a tarifas aduaneras, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, aclaró posteriormente que se refería a sanciones secundarias. “Puede aplicar aranceles o sanciones, ambas están en su caja de herramientas”, explicó. Las medidas afectarían tanto a Rusia como a los países y empresas que la respalden comercialmente.
En paralelo a esta advertencia, Trump confirmó un giro decisivo en la política exterior de su segundo mandato: reactivar el envío de armamento a Ucrania a través de la OTAN. Según precisó, los países europeos adquirirán armas fabricadas en EE.UU. y las remitirán a Kiev. “Nosotros no haremos ningún pago. No las compraremos, pero las fabricaremos y ellos las pagarán”, detalló.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, valoró el acuerdo como “realmente importante” y adelantó que Alemania se comprometió a aportar sistemas antimisiles Patriot para reforzar las defensas ucranianas. Las transferencias podrían comenzar “en cuestión de días”, según lo previsto en la reunión que mantendrán hoy el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, y su par estadounidense, Pete Hegseth.
Trump subrayó que su intención no es prolongar el conflicto: “Esta no es la guerra de Trump. Estamos aquí para terminarla y detenerla”. Sin embargo, admitió su frustración con Vladimir Putin por mantener ataques aéreos a pesar de haber mantenido con él “llamadas telefónicas muy agradables” orientadas a la paz. “Tres o cuatro veces hablamos bien y después lanzaron misiles sobre Kiev. Esto tiene que parar”, expresó.
El presidente norteamericano también cuestionó el historial de engaños del mandatario ruso a líderes occidentales. “Engañó a Clinton, Bush, Obama, Biden. A mí no me engañó”, dijo Trump, aunque advirtió que “el hablar no sirve de nada” y que “tiene que haber acción”.
En tanto, el Congreso estadounidense avanza en una iniciativa legal paralela. Un grupo de senadores promueve un proyecto bipartidista que le otorgaría al presidente autoridad para aplicar aranceles de hasta el 500% a cualquier nación que colabore con Moscú. El senador republicano Lindsey Graham afirmó que cuenta con respaldo mayoritario y que “se avecina un punto de inflexión con respecto a la invasión rusa de Ucrania”.
Mientras se realizaban estas declaraciones en Washington, las fuerzas rusas lanzaban un ataque combinado con bombas planeadoras y drones en la ciudad de Shostka, en la región de Sumy, al norte de Ucrania. El bombardeo dejó un saldo de dos muertos, cuatro heridos y activó alertas aéreas en al menos siete regiones.
Finalmente, el enviado especial de EE.UU. para Ucrania y Rusia, el teniente general retirado Keith Kellogg, se encontraba este lunes en Kiev, en lo que parece haber sido una visita coordinada con los anuncios que se harían horas después desde la Casa Blanca.
El nuevo paquete de medidas estadounidenses y la presión pública sobre Putin colocan a la diplomacia global ante un nuevo escenario. La cuenta regresiva de 50 días lanzada por Trump marca un plazo explícito para un posible punto de inflexión en la guerra más prolongada de Europa en décadas.