El ex volante de River le dio una gran importancia a la final de Madrid y contó cómo es su relación con Gallardo.
A sus 26 años, Exequiel Palacios ya levantó dos de los títulos con los que sueña cualquier jugador: el Mundial y la Copa Libertadores. La consagración en Qatar, defendiendo la camiseta de la Selección en representación de millones de personas, significó un logro soñado y único. A nivel país, su nombre ya se mezcla con los héroes del 78 y el 86, pero la final del Bernabéu de 2018 también le permitió meterse en la páginas doradas de la historia de River. Ganarle a Boca y a la vez conquistar América es una combinación perfecta y explica por qué no le resultó sencillo armar el podio de trofeos.
“A la Libertadores la pongo casi en el mismo escalón, un poco más abajo, casi igual. Era chico y fue algo muy importante. Hasta el día de hoy, el hincha de River si me ve en la calle me lo reconoce y me lo agradece”, reconoció el volante, hoy todavía sorprendido por cómo se vive el fútbol en Núñez más allá de su formación en el club desde pequeño: “Qué loca está la gente. Un partido de fútbol, que te lo reconozcan así… El hincha lo vive de esa manera. Creo que no se va a repetir”.
Fana del Millonario, la mitad de la cancha lo sigue extrañando. Desde aquella millonaria venta al Bayer Leverkusen en 2019 luego de 87 encuentros en el club, con 10 goles y 11 asistencias bajo el mando de Marcelo Gallardo, el CARP no pudo encontrar un volante de sus características. Y a la hora de recordar sus inicios, no dudó en contar lo importante que fue el Muñe en su formación.
“Yo a los 15 años jugaba en Reserva y jugaba para el equipo suplente en las prácticas de fútbol con la Primera. En el plantel estaban Lucho González, Pisculichi, Saviola… Un día, Marcelo me llamó y me dijo: ‘Con tu edad, tenés una cabeza de un jugador de 30 años. No errás un pase, hacés todo bien, pero te falta el sacrificio. Necesito que llegues al área y hagas goles’. Y en 2018, explotó todo”, reveló en charla con Solo con vos.
La celebración de Palacios en el Bernabéu. EFE.
Sobre su relación con MG, Pala agregó que lo vio hace algunos meses cuando fue a ver un partido por Copa Libertadores y “hablamos de la vida”, confianza que se forjó desde que tenía 12 años y compartía equipo en Inferiores con Nahuel Gallardo, uno de los hijos del DT y hoy envuelto en un escándalo en el fútbol de Ecuador.
Entusiasmado con la renovación que viene impulsando un DT que “cuando te ve bien, a la edad que tengas, te mete”, se lamentó por lo sucedido en el Mundial de Clubes y a la vez destacó el aguante de los hinchas. “Marcelo conoce el club, sabe lo que es estar ahí. Me dio un poco de pena, estuvieron a un paso de hacer historia y pasar la fase de grupos. Uno se queda con lo que hace la gente, de viajar hasta allá, lo que demuestra que River es grande a nivel mundial”.
El último gesto de Palacios con los más chicos de River
Cuando los chicos lo vieron ingresar, se llevaron una hermosa sorpresa. La visita de un campeón de América y del mundo no es cosa de todos los días y pudieron vivir un momento único. Hace poco más de un mes, las Formativas de River se dieron el gusto de disfrutar de la visita de Pala al nuevo predio de Cantilo, un gran gesto del volante que sigue pendiente de la institución a pesar su estadía en Alemania.
Exequiel Palacios en Cantilo.
Después de jugar la doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas con la Selección, Pala aprovechó su paso por Buenos Aires y el inicio de sus vacaciones para recorrer unos pocos kilómetros desde el Monumental y conocer la nueva casa de las Formativas del CARP, con obras que continúan a paso firme. Allí, eligió charlar, recordar sus inicios y sacarse fotos con los futuros talentos made in Núñez.
Fuente OLE