Según informa el Wall Street Journal, el presidente Donald Trump ha negado estar planeando la destitución del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. “No planeamos hacer nada”, aseguraba Trump en la Casa Blanca, a lo que ha añadido: “No descarto nada, pero creo que es muy improbable. A menos que tenga que irse por fraude”.
El presidente sugirió ayer durante una reunión en la Casa Blanca que podría cesar a Jerome Powell de su cargo como máximo responsable del banco central estadounidense. Allí, preguntó a varios legisladores qué opinaban sobre la posibilidad de despedir a Powell. Algunos de los presentes expresaron su apoyo a esa idea, lo que lleva al presidente de EEUU a plantear que podría actuar pronto en ese sentido.
Aunque Trump lleva años amenazando con destituir a Powell, nunca ha llegado a hacerlo. Sin embargo, su descontento con el dirigente de la Fed ha ido en aumento durante los últimos meses. Uno de los principales motivos de su frustración es la negativa del organismo a reducir de forma agresiva los tipos de interés. Trump ha insistido en que el tipo de referencia, actualmente en torno al 4,3%, debería recortarse hasta tres puntos porcentuales para disminuir el coste de la deuda federal.
Además de las críticas por la política monetaria, asesores cercanos a Trump han comenzado a cuestionar los gastos de la Reserva Federal en la renovación de dos edificios históricos en Washington DC, entre ellos su sede principal y una propiedad adyacente adquirida en 2017. Las obras, aprobadas ese mismo año, han enfrentado sobrecostes relacionados con problemas como contaminación del suelo, mayor presencia de amianto del esperado y un nivel freático más alto de lo previsto.
Trump ha abierto una brecha en la Fed que pone a Powell en una posición peligrosa
Nick Timiraos
Estas acusaciones adquieren un nuevo matiz debido a los límites legales que restringen la capacidad del presidente para destituir a funcionarios de la Fed. Una decisión reciente del Tribunal Supremo establece que los responsables del banco central no pueden ser destituidos por diferencias políticas, y solo podrían serlo en casos graves de mala conducta o negligencia.
Así, el presidente de EEUU intentará destituir a Powell por una causa justificada, argumentando que el banco central gastó demasiado dinero en renovaciones de dos edificos de oficinas históricas. Él mismo declaró a la prensa el martes que el manejo de estas obras podría considerarse motivo suficiente para un despido.
Fuente El Confidencial