En el PRO, al menos entre algunos de sus intendentes, el acuerdo con La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires es indigesto y buscan, por estas horas, mejorar sus expectativas electorales de cara a septiembre o encontrar una salida de emergencia que les de mayor libertad para competir.
El pasado 9 de julio, el partido fundado por Mauricio Macri y el espacio liberal-libertario que conducen los hermanos Milei anunciaron que conformarían una alianza bonaerense para “terminar con el kirchnerismo” y, adicionalmente, se aclaraba que serían de la partida todos los jefes comunales amarillos que hay en el territorio provincial. Eso, menos de 10 días después, es una ilusión del pasado.
Aquella aclaración sobre la inclusión de “todos los intendentes” era adrede ya que ese había sido el punto más discutido del acuerdo. No todos querían dejar atrás sus colores y pintarse de violeta.
Ya habían abandonado el barco los hermanos Passaglia, los conductores de San Nicolás y ayer hizo lo propio el pergaminense Javier Martínez. Aunque en esos casos se puso por delante la explicación de diferencias sobre la forma de entender la gestión y la política, en el reclamo de todos los titulares de ejecutivos municipales del PRO está el miedo a perder poder territorial y real, y eso que se traduce de la confección de las listas a los Concejos Deliberante o a la Legislatura provincial.
Desde hace meses, cuando empezaron las negociaciones de alto nivel entre ambas fuerzas, las discusiones excedían el color de las boletas y el nombre del frente: lo que también se ponía en juego era cómo se trabajarían las candidaturas. Los intendentes temían -y aún recelan- que los concejales que pudieran ser electos por un entendimiento con La Libertad Avanza luego no los acompañen en la gestión cotidiana. Eso es lo que explotó por estas horas.
No es el único lugar. El clima es insostenible, al menos, en Puan, 9 de Julio y Junín, los próximos distritos que podrían pegar el portazo. “Ya se agotaron todas las instancias de nuestro lado”, se escucha decir por estas horas.
El Cronista dialogó con fuentes independientes que se encuentran en la mesa de negociación y todos coinciden en que con los libertarios “se habla, pero no se dialoga” y que esa fuerza no respeta la “territorialidad” que tienen los intendentes.

Javier Martinez, el intendente de Pergamino.
“Parece que son posiciones distintas a las que se habían hablado el 9 de julio. Supongamos que nosotros nos rebajamos de lo supuestamente acordado, que era una lista 70-30 y quedamos 1 a 1. Cuando les preguntamos si nos van a acompañar con el presupuesto, nos dicen que no saben”, graficó un portavoz municipal.
En otra oficina sostuvieron que en LLA “solo están interesados en los números” y que se “está esperando una señal, un guiño, de que se quiere trabajar juntos en un proyecto”. Los intendentes de Puan, 9 de Julio y Junín podrían anunciar su partida de la alianza en las próximas horas, aunque sus destinos no serían para ir todos al mismo lugar.
Diego Reyes, el jefe comunal de Puan, se sumaría al espacio que conduce la exfuncionaria del gobierno macrista María Eugenia Talerico. En cambio, María José Gentile y Pablo Petracca, los caciques de 9 de Julio y Junín podrían sumarse a “Somos”, el frente integrado por peronistas, radicales, socialistas y, potencialmente, intendentes del PRO.
Ayer, en la conducción del PRO, la novedad fue recibida haciendo foco en la idea de que esas decisiones favorecen al kirchnerismo. “Nos parece una pena que algunos dirigentes no hayan aprendido que la unidad es el único camino para terminar con el populismo que lo único que hace es empobrecer a los bonaerenses y extorsionar a los intendentes”, señalaron fuentes partidarias y fueron más allá diciendo que “resulta lamentable” que se “elija ser funcional a ese modelo”.
Fuentes partidarias explicaron que el malestar de los intendentes viene de mucho antes a que se conforme la alianza con el PRO y que las negociaciones sólo sobreexpusieron la situación.
Sin embargo, quienes conocen la interna partidaria descartan que se trate de una operación orquestada para boicotear el acuerdo: “Uno se va con los Passaglia, uno se iría con Talerico y los otros dos a Somos. Si hubiera coordinación, lo harían todos juntos”.
Fuente El Cronista