Buenos Aires, 27 de julio de 2025 – Total News Agency-TNA-La embajada de la República Popular China en Buenos Aires conmemoró este viernes el 98° aniversario de la fundación del Ejército Popular de Liberación (EPL), en un acto encabezado por el embajador Wang Wei y el coronel mayor Liu Miao. La ceremonia, seguida de una recepción social en el Salón Retiro del Hotel Sheraton, reunió a más de 200 invitados, entre los que predominaban militares de las Fuerzas Armadas argentinas, junto a representantes de otras delegaciones extranjeras acreditadas en el país.
El evento dejó al descubierto señales políticas relevantes. El gobierno argentino envió como único representante oficial al embajador Fernando Brun, actual secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería y uno de los nombres mencionados como posible reemplazo del exvicecanciller Eduardo Bustamante. La ausencia de funcionarios de alto rango del área de Defensa fue interpretada en ámbitos diplomáticos como un gesto de distanciamiento, en un contexto de redefiniciones en la política exterior argentina. Según fuentes jerárquicas del Edificio Libertador, la inasistencia obedeció a cuestiones de agenda vinculadas al tratamiento del presupuesto del Ministerio de Defensa y de las Fuerzas Armadas.
El coronel Liu Miao fue el único orador del acto y trazó un recorrido histórico por el rol del EPL desde su creación por el Partido Comunista Chino durante la guerra civil contra el Kuomintang, hasta la actualidad. Reivindicó el carácter defensivo de la política militar china y remarcó la contribución del país asiático a la paz global: “Las fuerzas armadas chinas han participado en 25 misiones de mantenimiento de la paz de la ONU, con más de 50.000 efectivos desplegados, siendo China el mayor contribuyente entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad”, afirmó.
También destacó las operaciones navales de escolta en aguas estratégicas del Golfo de Adén y Somalia, donde desde hace 17 años la Armada china ha protegido más de 7.300 buques, más de la mitad de ellos embarcaciones extranjeras. La referencia fue escuchada con atención por altos oficiales argentinos presentes, entre ellos el vicealmirante Marcelo Flamini, subjefe de la Armada; el vicealmirante Marcelo Dalle Nogare, subjefe del Estado Mayor Conjunto; y Eduardo Diez, subsecretario de Análisis y Planificación Internacional de la Secretaría de Asuntos Estratégicos.
En ese contexto, se confirmó que la Argentina volverá a integrar en agosto la fuerza naval multinacional liderada por Estados Unidos en el Medio Oriente, con presencia en el estrecho de Ormuz, Mar Arábigo, Golfo de Adén, Mar Rojo y Bab al Mandeb, con participación de un delegado de la Armada nacional.
El discurso del coronel Liu incluyó también referencias explícitas al desarrollo militar de su país: “Hoy el EPL ya es una fuerza conjunta con equipos de vanguardia: aviones de combate avanzados, portaaviones de fabricación nacional, tanques, artillería y misiles nucleares y convencionales”.
En uno de los pasajes más firmes de su exposición, el agregado de defensa reafirmó la posición china sobre Taiwán: “Cabe enfatizar que Taiwán es una parte inalienable del territorio chino. Los antecedentes históricos y los hechos jurídicos son clarísimos. Lograr la reunificación completa de China es la aspiración de todo el pueblo chino y una corriente histórica que no se puede parar”. Añadió que el EPL tiene “la confianza y la capacidad para frustrar cualquier intento secesionista o de injerencia externa”, en una frase interpretada como un mensaje directo a Estados Unidos y su estrategia ambigua respecto a la defensa de la isla.
En el plano bilateral, Liu Miao adelantó nuevas iniciativas de cooperación militar con Argentina. Confirmó que, por invitación del Ministerio de Defensa argentino, cuatro oficiales del EPL —pertenecientes a la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea— llegarán al país para aprender español en la Escuela de Idiomas del Ejército, como paso previo a su capacitación en escuelas castrenses nacionales durante el próximo año.
La ceremonia, de fuerte simbolismo, volvió a poner en evidencia la creciente proyección internacional de las Fuerzas Armadas chinas y el rol estratégico que otorga Beijing a su vínculo militar con América Latina, en particular con la Argentina.