El Fondo Monetario Internacional ha actualizado este martes su informe de perspectivas económicas (WEO) tras percibir un comportamiento más favorable de la economía global. Aunque reconoce que todavía existe una alta incertidumbre y múltiples riesgos a la baja, considera que la resiliencia mostrada es una señal halagüeña.
El organismo ha elevado en dos décimas su previsión de crecimiento global, hasta el 3% y en una décima adicional para 2026, hasta el 3,1%. En cualquier caso, supone una desaceleración respecto al 3,3% alcanzado en 2024 antes de la irrupción del presidente de EEUU, Donald Trump. El Fondo explica que la revisión al alza se debe, principalmente, a los datos de la primera mitad del año, que han sido mejores de lo esperado. Aunque también asume que buena parte de este dinamismo se debe al efecto de anticipación de exportaciones antes de la entrada en vigor de los aranceles, por lo que su impacto se diluirá en los próximos trimestres.
El Fondo prevé que el comercio mundial crezca un 2,6% este año, 9 décimas por encima de la previsión de abril. Sin embargo, recorta su proyección para 2026 en 6 décimas por este efecto anticipación de exportaciones y prevé que el comercio apenas crezca un 1,9%.
El FMI también apunta a otros dos factores que están contribuyendo al crecimiento global: la relajación de las tensiones financieras de las últimas semanas y los anuncios de grandes políticas de gasto público, por ejemplo, en China, o la Unión Europea.
¿De la necesidad, virtud? Por qué la rendición de la UE ante Trump puede ser la mejor respuesta
Javier Jorrín
Además, en sus nuevas hipótesis plantea un escenario arancelario algo más suave del temido inicialmente. En concreto, espera que el arancel efectivo medio de EEUU sea del 17,3% frente al 24,4% que proyectaba en abril.
Sin embargo, estos factores juntos no son suficientes para contrarrestar la acumulación de riesgos a la baja. El FMI advierte que la incertidumbre sigue siendo muy alta y que se extenderá también a 2026. Esto es, al menos la primera mitad del mandato de Trump generará un caldo de cultivo muy negativo para la economía.
A pesar de eso, el escenario no es tan pesimista como el que el FMI proyectaba en abril, lo que explica las revisiones al alza. En el caso de Estados Unidos, la mejora es de 1 décima para este año y 3 décimas adicionales para el próximo, hasta el 1,9% y 2%, respectivamente.
La eurozona también mejora, aunque más levemente: 2 décimas este año y ninguna el próximo. Los dos factores que explican esta mejora son el efecto de anticipación de las exportaciones a EEUU y el comportamiento volátil de la economía Irlandesa. Esta actualización de las previsiones no tiene en cuenta el acuerdo comercial firmado este domingo entre la UE y EEUU. Aún así, proyecta un pírrico crecimiento en la eurozona del 1% este año y del 1,2% el próximo.
“Los riesgos sobre el crecimiento están orientados a la baja”
España se queda al margen de esta revisión al alza. El motivo es que sus relaciones comerciales con EEUU son muy escasas, por lo que salió inmune del recorte generalizado de abril, pero también se queda fuera de la mejora actual. Además, tampoco tiene en cuenta la publicación del PIB del segundo trimestre, que ha superado las expectativas. Aún así, el FMI prevé que España siga liderando el crecimiento en la zona euro con un avance del PIB del 2,5% este año y del 1,8% en 2026.
La mayor revisión al alza de las proyecciones se la lleva China. En su caso confluyen tres factores: el acuerdo comercial con EEUU, la fortaleza de su economía en el inicio del año y los estímulos fiscales aprobados por Pekín. Todo ello provoca que el FMI suba su previsión de crecimiento para este año en 8 décimas, hasta el 4,8%, y en otras dos décimas adicionales el de 2026, al 4,2%.
México y Canadá también mejoran notablemente después de sus acuerdos comerciales con la Administración Trump. De hecho, el FMI ya cree que Canadá crecerá este año lo mismo que el pasado, un 1,6%, y que su economía acelerará hasta el 1,9% el próximo ejercicio. México no se libra del frenazo, y apenas crecerá un 0,2% este año, pero el FMI ya no piensa que su economía vaya a contraerse en el conjunto de 2025.
En el frente de la inflación, el FMI mantiene prácticamente sin cambios su horizonte de proyecciones. Prevé que los precios globales sigan subiendo, pero a un ritmo más moderado, del 4,2% este año (frente al 5,6% de 2024) y del 3,6% el próximo. Los conflictos en Oriente Medio provocarán que el petróleo no baje tanto como se esperaba. Los aranceles también generarán nuevas tensiones inflacionistas. Sin embargo, la debilidad de la demanda contribuirá a frenar la escalada de los precios, especialmente en Europa, donde el crecimiento es muy débil.
Fuente El Confidencial