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El defensor se va del Xeneize con huellas positivas y negativas; tuvo buenos rendimientos, ganó tres títulos, pero expuso situaciones que lo marcaron y el final que no fue el que soñó.
Marcos Rojo llegó a Boca en 2020 tras haber jugado solo un partido en Estudiantes, consecuencia de la pandemia de coronavirus. Su arribo había sido muy esperado por el hincha. El defensor exponía claramente su fascinación por el Xeneize y el hermano había posteado una imagen con una camiseta de Román. Eso, sumado al antecedente de Selección, con titularidad en dos de Copa América, y haber metido un gol en el Mundial de Rusia 2018, con la buena respuesta en Manchester United, potenciaron el entusiasmo del hincha.
“Jugar en Boca siempre está en la cabeza de uno, es el club más grande de Argentina”, contó Marcos en su presentación. “El sueño de todos es ganar la Copa Libertadores… Mi viejo es enfermo fanático, nos pasábamos noches enteras mirando la Copa”, agregó. Cinco años después, su desvinculación, con rescisión del contrato, está por debajo de las expectativas de todos, con un ciclo que incluyó títulos de campeón y varias situaciones y declaraciones que lo marcaron. Su paso fue con muchísima intensidad, y también polémicas.
La primera polémica fue en 2021, cuando el equipo fue eliminado ante Atlético Mineiro por penales en los octavos de final de la Libertadores. Hubo incidentes en los vestuarios y a Marcos las cámaras lo agarraron con un matafuego en la mano, dispuesto a pelearse con todos. Le dieron cinco fechas de suspensión: en la Copa del año siguiente apenas pudo jugar el último partido de la fase de grupos. También, fue expulsado ante River en el Monumental, por dos amarillas en el primer tiempo…
Marcos Rojo – 8-8-2025
Rojo e Izquierdoz, a las piñas con un seguridad de Mineiro
Su primer título fue en la Copa Argentina 2021: metió un gol en la definición por penales ante Talleres, en la final en el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero.
En 2022 hubo otra polémica: participó en un juego informal con chicos del club durante un cumpleaños, lo criticaron por informalidad. Luego, le dedicó un gol a Izquierdoz, quien estaba en conflicto con la dirigencia. También, lo echaron por una violenta patada sobre Nico de la Cruz, en otro clásico, esta vez en la Bombonera. En ese año ya había sido capitán. Incluso, dirigió los festejos de los títulos de la Copa de la Liga y la Liga Profesional. Ya ejercía un liderazgo en el plantel. Y se permitió algo que resultó un exceso para muchos de la dirigencia: festejó con un cigarrillo y tomando cerveza, sabiendo que lo grababan…
Rapallini expulsa a Rojo ante River en el Monumental.
La agresión a De la Cruz.
Al final de 2022 le llegó su momento más duro en Boca: la rotura de los ligamentos cruzados ante Sarmiento, en Junín. Lesionado, había metido un gol de penal.. Su regreso fue en 2023. El objetivo estaba claro, con Jorge Almirón de entrenador, la Copa Libertadores. Su vuelta fue en octavos de final, ante Nacional. Metió un penal clave en cuartos de final, ante Racing, y Boca llegó a la semi: la acumulación de amonestaciones le impidió jugar la final contra Fluminense en el Maracaná.
Marcos Rojo cuando se rompió los ligamentos ante Sarmiento.
En 2025 llegaron una sucesión de episodios polémicos: tras perder con River en el Monumental (había ido con un gorrito con una B), declaró que los jugadores no estaban en deuda con la gente. Esto, pese a que el equipo no había alcanzado la fase de grupos de la Copa Libertadores, por la eliminación contra Alianza Lima. Después, no jugó el partido de cuartos de final del Apertura, en el que Boca fue eliminado ante Independiente en la Bombonera, supuestamente porque había llegado tarde a un entrenamiento.
Ya con Miguel Ángel Russo de entrenador, hubo discusiones, y el DT no lo incluyó ni un minuto en el Mundial de Clubes. Algo insólito: lo amonestaron en el banco de suplentes. Volvió a Buenos Aires con el plantel, pero se sabía que ya no tenía lugar. Hasta debía entrenarse aparte del plantel profesional. En la semana había posteado una imagen con la camiseta de Estudiantes, por los 120 años. Una clara señal de lo que buscaba.
Tras perder con River
“No estamos en deuda con la gente para nada”
Al ser separado del plantel
“Si no me quieren, que me lo digan en la cara y arreglamos”
El posteo de Rojo en sus redes sociales a Estudiantes por su aniversario 120
Se va con nueve goles en 118 partidos, con cuatro expulsiones (tres por doble amarilla). Un paso intenso, polémico. Dejó huella. Buenas y malas. No ganar la Libertadores fue la principal deuda.
Fuente OLE
