Washington, 09 de agosto de 2025 – Total News Agency – TNA
En un hito diplomático, los líderes de Azerbaiyán y Armenia firmaron este viernes un acuerdo de paz en la Casa Blanca, bajo la mediación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, poniendo fin a décadas de conflicto por la región de Nagorno Karabaj. El pacto, que busca fomentar la cooperación económica y el respeto mutuo de la soberanía, representa un logro significativo para la administración Trump y un desafío a la influencia rusa en el Cáucaso.
Flanqueado por el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, Trump celebró el acuerdo como un paso hacia una “nueva era” de amistad entre ambos países, que han estado enfrentados desde finales de la década de 1980 por el control de Nagorno Karabaj, un enclave de mayoría étnica armenia en territorio azerbaiyano. “Han luchado durante 35 años, y ahora son amigos, y lo serán por mucho tiempo”, afirmó Trump durante la ceremonia de firma.
El acuerdo, que incluye el compromiso de cesar hostilidades, establecer relaciones diplomáticas y respetar la integridad territorial de cada nación, también contempla la creación de un corredor estratégico de tránsito a través del Cáucaso Sur, denominado Ruta Trump para la Paz y la Prosperidad Internacional. Este corredor, que conectará Azerbaiyán con su enclave de Najicheván a través de Armenia, otorga a Estados Unidos derechos exclusivos para su desarrollo, consolidando la influencia de Washington en una región tradicionalmente bajo la órbita rusa.
Trump destacó que el acuerdo abrirá oportunidades en sectores como la defensa, la energía, el comercio y la inteligencia artificial, anunciando además la firma de pactos bilaterales con ambos países para ampliar la cooperación en estas áreas. También confirmó el levantamiento de las restricciones impuestas en 1992 a la cooperación militar con Azerbaiyán, una medida celebrada por Aliyev, quien expresó su gratitud y aseguró que el acuerdo “no habría sido posible” sin la intervención de Trump.
Pashinyan, por su parte, resaltó el “compromiso personal” del presidente estadounidense, subrayando que el pacto allana el camino para superar un conflicto histórico y construir un futuro basado en el respeto mutuo. Ambos líderes calificaron el día como “histórico” e incluso propusieron nominar a Trump para el Premio Nobel de la Paz. “Creemos que el presidente Trump lo merece, y lo promoveremos”, afirmó Pashinyan, mientras Aliyev sugirió un llamado conjunto al comité Nobel.
El conflicto por Nagorno Karabaj, que se remonta a la disolución de la Unión Soviética en 1991, alcanzó un punto crítico en 2023, cuando Azerbaiyán recuperó el control total de la región, desencadenando el éxodo de casi 100.000 armenios étnicos hacia Armenia. Para consolidar la paz, Azerbaiyán exigió que Armenia renuncie formalmente a cualquier reclamación territorial sobre Karabaj, lo que Pashinyan se comprometió a abordar mediante un referéndum constitucional en 2027, aunque esta medida genera divisiones internas en Armenia debido al significado cultural de la región, conocida como Artsaj.
Trump aprovechó la ocasión para destacar sus logros diplomáticos, contrastándolos con lo que calificó como la inacción de su predecesor, Joe Biden, a quien acusó de no haber trabajado lo suficiente para acercar a Bakú y Ereván. La Casa Blanca también resaltó otros éxitos de Trump, como los acuerdos de paz entre Camboya y Tailandia, Ruanda y la República Democrática del Congo, y Pakistán e India, reforzando su imagen como un mediador global.
El acuerdo, que promete transformar la dinámica del Cáucaso Sur, fue descrito como un “milagro” por Aliyev y un paso “increíblemente positivo” por Trump, quien aseguró que su nombre en la ruta de tránsito fue una propuesta de Armenia y un “gran honor” que no solicitó. Sin embargo, el pacto podría generar tensiones con Moscú, que históricamente ha considerado a Azerbaiyán y Armenia dentro de su esfera de influencia.