Buenos Aires, 12 de agosto – Total News Agency –(TNA) – La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito en Nueva York mantuvo hoy la suspensión del fallo de primera instancia que obligaba a Argentina a entregar el 51 % de las acciones de YPF como parte del cumplimiento de una condena por 16 100 millones de dólares . Foto los responsables.
La jueza Loretta Preska había dispuesto el 30 de junio que el país transfiriera el control accionario a un custodio estadounidense en un plazo de 14 días para saldar parcialmente la multa impuesta a raíz de la expropiación de YPF en 2012, cuando el Estado retomó la mayoría accionaria sin ofrecer una opa a los minoritarios Petersen y Eton Park.
Ante la apelación argentina, el tribunal concedió una suspensión temporal hasta que un panel de tres jueces emita un pronunciamiento. Argentina dispone hasta el 22 de julio para responder formalmente a esta instancia judicial.
La decisión habilita varios escenarios posibles: la continuación de la suspensión durante la apelación; la eventual exigencia de garantías —como títulos soberanos— si la suspensión se mantiene; o, en caso de rechazo, la orden de cumplimiento del fallo, lo que podría implicar desacato judicial. Desde el Gobierno ya adelantaron que, de suceder esto, acudirán a la Corte Suprema de EE.UU.
Además del trámite principal, Argentina mantiene dos líneas paralelas de defensa: una apelación específica al fallo de Preska sobre la entrega de acciones, con fecha límite de presentación de argumentos el 25 de septiembre, y otra apelación de fondo contra el monto de la condena —por $16.100 millones más intereses crecientes—, ambas sin plazos definidos para su resolución.
Entre tanto, la batalla política interna se intensifica. El propio Departamento de Justicia de EE.UU. emitió un escrito de apoyo a la posición argentina, al advertir sobre el riesgo para la inmunidad soberana y la estabilidad de las relaciones internacionales. Por su parte, la empresa demandada, YPF, reportó una caída del 90 % en su ganancia neta del segundo trimestre, en gran parte por la baja de los precios del combustible, un factor que suma presión al panorama económico argentino.
Argentina atraviesa un momento crítico en el litigio internacional más costoso de su historia. La Corte de Apelaciones otorgó un respiro temporal, pero la definición definitiva aún está lejos. Entre apelaciones, intereses crecientes y tensiones políticas internas, la resolución del conflicto podría demorarse hasta 2026, con posibles efectos duraderos para la economía y la política energética del país.