La Plata, 15 de agosto de 2025 – Total News Agency-TNA-La causa por el escándalo del fentanilo contaminado avanzó con nuevos ejes de investigación: el juez federal Ernesto Kreplak, además de analizar más de 100 expedientes de la ANMAT, amplió la pesquisa a posibles irregularidades en la producción de otros medicamentos como diclofenac y adrenalina en los laboratorios HLB Pharma y Laboratorios Ramallo, vinculados al empresario Ariel García Furfaro.
Asimismo, el caso del fentanilo contaminado se profundiza: hasta 96 personas fallecieron tras recibir el fármaco en hospitales de distintas provincias, que contenía bacterias multirresistentes como Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii. Más de 300.000 ampollas fueron distribuidas y 45.000 aplicadas antes de su retirada del mercado . Se trata de una crisis sanitaria inédita en el país, que despertó conmoción social y exigencias de responsabilidad.
Ampliación de la investigación a otros fármacos
El magistrado Kreplak tomó cartas en el asunto después de que ANMAT notificara desviaciones en procesos productivos de lotes de diclofenac (lote 20206) y adrenalina del Laboratorio Ramallo. Un caso particular involucra a una joven de Mar del Plata internada por un absceso tras recibir diclofenac intramuscular, que luego presentó fiebre, vómitos y dolor intenso.
Entre 2018 y 2019, hubo 29 reportes de efectos adversos por diclofenac de ese laboratorio, provenientes de diversas provincias. El INAME señaló la presencia del excipiente Cremophor, ausente en otras marcas del vademécum de ANMAT, como posible causante de reacciones adversas.
A pesar de las señales de alarma, la ANMAT no ordenó inicialmente el retiro de los lotes. Solo el 12 de febrero se sugirió su retirada y se giró el caso a la Dirección de Fiscalización y Gestión de Riesgo, que los puso bajo guarda temporal.
Avance del caso Furfaro y medidas judiciales y sanitarias
La investigación por fentanilo contaminado se inició en marzo, tras inspecciones en las plantas de HLB Pharma y Ramallo que detectaron un stock de cinco kilos de fentanilo (4,5 en HLB y 0,5 en Ramallo). Parte de esa sustancia fue usada para fabricar ampollas hospitalarias.
La ANMAT dispuso la inhibición de actividades de ambas plantas mediante la Disposición 3158/2025 y denunció penalmente a las empresas. Además, se clausuró su operación, se prohibió la distribución de todos los productos registrados a su nombre y se inició su fiscalización .
Hubo 19 allanamientos en domicilios, sedes empresariales y droguerías vinculadas al clan García Furfaro y a los directores técnicos de los laboratorios. Se incautaron armas sin autorización, documentación, elementos informáticos y fármacos en depósitos no autorizados.
Balance humano y judicial
El saldo más grave es humano: al menos 96 muertes fueron atribuidas al uso del fentanilo contaminado, y se estima que podría haber víctimas aún no identificadas. El caso comenzó con el brote en el Hospital Italiano de La Plata, donde se registraron 14 muertos y cerca de 50 casos de infección. Inicialmente se alertó sobre 34 muertes confirmadas.
El juez Kreplak embargó bienes y prohibió la salida del país a 24 personas sospechadas, entre ellas responsables y directivos de los laboratorios. Además, ordenó pericias en la Facultad de Ciencias Exactas de La Plata para comparar ampollas contaminadas y no contaminadas.
Dimensión institucional y regulatoria
El caso Furfaro expuso fallas profundas en el sistema de controles sanitarios, especialmente por la falta de trazabilidad nacional del fármaco. ANMAT previno que la farmacéutica no está habilitada actualmente para producir ni comercializar medicamentos, luego de múltiples sanciones por falsificación, contaminación cruzada o falta de trazabilidad en productos como dopamina, propofol, morfina y diclofenac.
Conclusión
La investigación por fentanilo contaminado dejó al desnudo un entramado sanitario en crisis: graves fallecimientos, fallas regulatorias e irregularidades que alcanzan más allá del opiáceo letal. La justicia avanza con investigaciones que incluyen otros medicamentos y prácticas de laboratorio, mientras familiares, médicos y la ciudadanía exigen verdad, justicia y una reforma de fondo en la producción y control de medicamentos.