Buenos Aires, 20 de agosto de 2025-Total News Agency-TNA-. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner mantuvo una dura conversación telefónica con el gobernador bonaerense Axel Kicillof en el marco del cierre de listas legislativas para octubre, en la que rechazó los pedidos del mandatario provincial y lanzó una frase que dejó expuesta la magnitud de la interna kirchnerista: “¡Acá la que está presa soy yo! ¡La única presa del peronismo soy yo!”.
El diálogo, según reveló el periodista Eduardo Paladini en el diario Clarín, estuvo marcado por la tensión y la distancia. Kicillof reclamaba cuatro lugares expectantes en la nómina bonaerense, pero apenas consiguió dos, tres si se contabiliza a Jorge Taiana como parte de sus sugerencias. Cristina, sin embargo, se encargó de marginar a varios de los intendentes y movimientos sociales alineados con el gobernador, debilitando su peso político en el armado electoral.
La relación entre ambos dirigentes se encuentra en su punto más crítico. “Hoy parece imposible un retorno, aunque en política nunca se sabe”, confió un dirigente cercano a la exmandataria. La exjefa de Estado no oculta su malestar con las aspiraciones presidenciales de Kicillof, quien ya no podrá reelegir en la provincia y busca proyectarse al escenario nacional.
La tensión también remite a antecedentes recientes: antes de ser detenida por la causa Vialidad, Cristina había rechazado públicamente la propuesta del gobernador de desdoblar las elecciones y, en un gesto de desafío, lanzó unilateralmente su candidatura para la Tercera Sección Electoral, frustrada luego por la Justicia al inhabilitarla de por vida para ejercer cargos públicos.
El trasfondo es territorial y estratégico. Para el kirchnerismo, la provincia de Buenos Aires siempre funcionó como refugio político en momentos de debilidad. Cristina busca consolidar un bloque legislativo fiel, con figuras propias y aliados como Sergio Massa y Juan Grabois, relegando a sectores que responden a Kicillof.
El cierre bonaerense del 7 de septiembre será clave. Empujado por los intendentes, el gobernador decidió separar por primera vez la elección provincial de la nacional. El resultado de esa contienda marcará el rumbo de su proyecto presidencial. En cambio, Cristina apuesta a un armado nacional que garantice disciplina en el Congreso, sobre todo en la Cámara de Diputados.
Las encuestas, con escenarios abiertos en la provincia, muestran mayor cautela en el oficialismo para septiembre, mientras que en la elección general de octubre los sondeos proyectan un mejor desempeño del gobierno. En ese contexto, la fractura entre Cristina y Kicillof amenaza con profundizar la disputa por el liderazgo del peronismo en los próximos meses.