Don Felipe y Doña Letizia han acudido este miércoles a las zonas más afectadas por los incendios que han asolado el noroeste de España. Los Reyes comenzaron su doble visita en la comarca de Sanabria, donde el incendio de Porto ha asolado ya buena parte del Parque Natural del Lago y que, en las últimas horas, ha vivido un preocupante resurgimiento.
Los Monarcas, acompañados por autoridades como el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y la ministra de Igualdad, Ana Redondo, tuvieron ya un ligero cambio de planes en su aterrizaje. Su intención era hacerlo en Porto de Sanabria, epicentro del incendio, y ver desde allí el Mirador del Cañón de Forcadura, arrasado por las llamas. Sin embargo, las complicaciones por el humo de la noche les obligaron a hacerlo a unos kilómetros, en la Casa del Lago de Galende, que sirve además de base para el Puesto de Mando Avanzado.
Allí se han interesado de primera mano por las labores de extinción y han agradecido y reconocido el trabajo a algunos representantes de los efectivos que, en esta jornada, se encontraban de descanso. En ningún caso se han retirado a miembros de los servicios de trabajo de la actividad para esta visita real, una de las máximas que rigen este tipo de viajes de los Reyes.
Como ya hicieran en otras catástrofes recientes, como la Dana, Don Felipe y Doña Letizia han querido mostrar así su apoyo a una zona que, cuando se cumplen ya 14 días desde que se declaró el incendio, sigue sin poder controlarse. Su presencia es clave para mostrar una imagen no solo de apoyo de la máxima institución del país, sino también para responder al llamamiento para la reactivación del turismo después de la debacle económica que ha supuesto para Sanabria la cascada de cancelaciones y huidas de los turistas en estas últimas dos semanas.
Prueba de ello fue la recepción que tuvieron en San Martín de la Castañeda, en la que es la primera visita de unos Reyes desde que, en 1930, lo hiciera Alfonso XIII. En este majestuoso ejemplo del románico, Don Felipe y Doña Letizia tuvieron un encuentro con personas que fueron desalojadas el pasado 18 de agosto, como Pablo Galán, que tuvo que estar una semana fuera de su hogar en San Martín tras recibir la orden de salida. Pero también se interesaron por otros colectivos, como Marta Fernández, una ganadera que aún no sabe cuántas de las casi 300 reses y caballos que tenía en Ribadelago ha perdido, o Víctor, responsable del Hotel Villa Lucerna en Vigo de Sanabria. Todos ellos se mostraron agradecidos y, sobre todo, acompañados tras recibir el apoyo de Don Felipe y Doña Letizia en estas circunstancias.
Una vez concluida esa reunión con los afectados, los Reyes regresaron a la Casa del Parque, donde Don Felipe expresó el dolor que han visto en los ojos de las víctimas de la mayor tragedia que ha vivido la comarca sanabresa desde hace años, para muchos la más grave desde la inundación por la rotura de la presa de Vega de Tera en enero de 1959. «Hemos escuchado a los vecinos y a los representantes y trabajadores de las labores de extinción y los testimonios son sobrecogedores, aquí y en tantos lugares. Queríamos estar cerca de los afectados», confesaba el Rey a preguntas de los periodistas.
—«Los testimonios son sobrecogedores, aquí y en tantos lugares. Queríamos estar cerca de los afectados»—, Don Felipe, en su visita a Sanabria.
Esta fue la primera parada de un ronda de viajes que les llevó este mismo jueves a León, a la zona de las Médulas, y que les llevará también a Galicia y Extremadura, las otras dos comunidades más afectadas, en el que ya es uno de los peores veranos de la época reciente en cuanto a los incendios forestales.
Fuente: ABC.