Buenos Aires, 05 de septiembre de 2025-Agencia Total de Noticias-TNA- La derrota del veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad en el Senado desató un nuevo capítulo de tensiones internas en La Libertad Avanza (LLA), con el tuitero oficialista Daniel Parisini, conocido como “Gordo Dan”, como protagonista de un escándalo que pone en jaque la cohesión del gobierno de Javier Milei. Sus ataques al senador Luis Juez, aliado clave, y la posterior réplica al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, exponen la torpeza de la militancia digital que, lejos de fortalecer al oficialismo, parece empeñada en disparar contra sus propios aliados.
El conflicto estalló cuando Parisini, figura prominente en las redes sociales y conductor del canal de streaming oficialista Carajo, publicó un mensaje ofensivo en X contra Juez por su voto en el Senado a favor de rechazar el veto presidencial. En un tono soez, el tuitero atacó al senador cordobés, mencionando a su hija, quien padece parálisis cerebral, y acusándolo de usar su situación personal para hacer política. La publicación, que desató un repudio generalizado, obligó a Francos a salir al cruce con una condena contundente: “Es inaceptable, una barbaridad que no representa al gobierno ni a LLA”, afirmó el jefe de Gabinete, quien contactó a Juez para ofrecer disculpas.
Lejos de retractarse, Parisini borró el mensaje original solo para reemplazarlo por otro igual de provocador, aunque con un lenguaje más moderado. Como si eso no fuera suficiente, el tuitero redobló la apuesta al apuntar contra Francos, recordándole con sorna su pasado en el gobierno de Alberto Fernández: “Mientras nosotros enfrentábamos al kirchnerismo bajo amenazas, él era parte de ese sistema”. Esta chicana no solo evidenció las fracturas internas, sino que resaltó la indisciplina de una militancia digital que parece operar como un cañón suelto, causando más daño que beneficio al proyecto de Milei.
El senador Juez, conocido por su cercanía con el presidente, optó por no responder directamente, pero su hijo, Martín Juez, no se contuvo. En X, calificó a Parisini de “inadaptado social” y advirtió que “el daño que estos personajes le hacen al presidente es incalculable”. Martín también reveló que el jefe del bloque libertario en Diputados, Gabriel Bornoroni, se comunicó con la familia para deslindar al oficialismo del incidente, aunque señaló la dificultad de desvincular a Parisini del gobierno, dado su respaldo explícito por parte de figuras cercanas al poder.
El episodio no es un hecho aislado. Las redes sociales, arma clave de LLA para movilizar a su base, se han convertido en un campo minado donde tuiteros oficialistas como Parisini atacan sin filtro, incluso a aliados estratégicos. Este comportamiento contrasta con la postura de Francos, quien busca preservar puentes con figuras como Juez, esenciales para la débil posición legislativa del oficialismo. Mientras, el presidente Milei, de regreso desde Los Ángeles tras reuniones con empresarios, aún no se pronunció sobre el incidente, dejando al descubierto la falta de coordinación en la estrategia comunicacional.
En un contexto de crecientes críticas por presuntas irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad y una campaña electoral marcada por la polarización, los exabruptos de la tropa digital de LLA no hacen más que complicar la imagen del gobierno. Como si fuera poco, otros frentes internos, como el enfrentamiento entre la diputada Lilia Lemoine y Marcela Pagano, suman ruido a un oficialismo que parece tropezar con sus propios pies en el afán de confrontar a todos, aliados incluidos.