El Gobierno, a través de la Secretaría de Turismo de la Nación, eligió a los ocho pueblos argentinos que competirán por un lugar entre los mejores destinos rurales del mundo en una nueva edición del certamen Best Tourism Villages, el programa internacional de Naciones Unidas (ONU) Turismo.
Tras evaluar 30 candidaturas de todo el país, la cartera a cargo de Daniel Scioli eligió a las localidades que buscarán erigirse como los mejores del mundo en 2025. Este programa mundial de la ONU selecciona a los sitios rurales por su patrimonio natural, cultural y desarrollo sostenible en zonas que tengan, como máximo, 15.000 habitantes.
¿Cómo es la competición que elige a los mejores pueblos del mundo?
Lanzada a nivel global, la propuesta Best Tourism Villages distingue a destinos rurales que promueven la preservación del patrimonio regional y fomentan actividades productivas tradicionales. El programa evalúa cuatro variantes principales:
- la oferta turística,
- la gestión ambiental,
- la infraestructura,
- el impacto en las comunidades locales.
Los ganadores de la edición 2025 se anunciarán en el último trimestre del año
El director regional para las Américas de ONU Turismo, Gustavo Santos, señaló que esta iniciativa permite que “esos pequeños poblados que guardan la identidad y la autenticidad de la persona humana puedan estar a la vista de todo el mundo”.

La ONU elegirá a los mejores pueblos del mundo en una competencia con 8 argentinos.
¿Cuáles son los pueblos argentinos que competirán por ser los mejores del mundo?
Además, Argentina ya tuvo seis localidades reconocidas en certámenes anteriores, que fueron las siguientes: Trevelin y Gaiman (Chubut), Caspalá (Jujuy), La Carolina (San Luis), Caviahue-Copahue (Neuquén) y Villa Tulumba (Córdoba). En este caso, los 8 pueblos que compiten son estos:
Colonia Carlos Pellegrini (Corrientes)
Ubicada junto a los Esteros del Iberá, este pueblo tiene un poco más de 1100 habitantes y se distingue por su entorno natural, la biodiversidad y la preservación de tradiciones guaraníes. Esta zona es uno de los portales turísticos hacia el humedal más relevante de Argentina, donde se destaca el avistaje de aves y fauna autóctona, paseos en kayak y safaris nocturnos.
La oferta gastronómica de Carlos Pellegrini está integrada por platos de origen guaraní, como mbaipy y chipá, y el chamamé anima las noches regionales.
Los visitantes pueden disfrutar de posadas rurales y servicios orientados al turismo sustentable, lo que garantiza una experiencia auténtica y favorece el desarrollo económico a la vez que cuida el medioambiente.
Decretan un nuevo feriado de septiembre y habrá un fin de semana largo adicional esta semana
Famatina (La Rioja)
Situada al pie del Nevado que le da nombre, esta localidad andina conserva monumentos históricos y una intensa vida cultural. Con una población aproximada de 7000 habitantes, la región combina actividades de montaña, senderismo y turismo rural con pequeñas fincas productivas y bodegas familiares.
La mina La Mejicana y el antiguo cable-carril, declarados monumento histórico nacional, recuerdan la historia minera del lugar.
El Camino del Inca o Qhapaq Ñan, reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO, atraviesa la localidad, y forma parte de distintos circuitos turísticos que incluyen visitas a emprendimientos artesanales y degustaciones de empanadas riojanas, dulces regionales y vinos locales.

Famatina, en la Rioja, permite acceder a paisajes de montaña imperdibles.
Maimará (Jujuy)
Este pueblo de la Quebrada de Humahuaca se ubica sobre la famosa Paleta del Pintor y está enlazado a las tradiciones milenarias andinas. Más de 5200 habitantes realizan celebraciones ligadas a la Pachamama, el carnaval y fiestas populares, donde la agricultura y la producción de flores y vides marcan la economía local.
La actividad turística de Maimara incluye paseos a sitios arqueológicos, talleres de artesanías y cocina y convivencias con familias campesinas, mientras que la gastronomía típica como tamales y humitas y la creciente industria del vino de altura son la frutilla del postre de este icono norteño.
Saldungaray (Buenos Aires)
Situado en el partido de Tornquist, este pueblo fue fundado a comienzos del siglo XIX y conserva un importante patrimonio arquitectónico. Sus casi 1500 habitantes dan inicio a la comarca de Sierra de la Ventana y al cerro Tres Picos.
El Fortín Pavón y las obras del ingeniero Francisco Salamone forman parte de los principales puntos de interés. Además de su entorno rural y actividades al aire libre, el pueblo invita a conocer el Parque Provincial Ernesto Tornquist, a probar productos lácteos y vinos de emprendimientos regionales y alojarse en cabañas y hosterías integradas al paisaje de sierras.

Uspallata es la puerta de entrada mendocina al cruce de Los Andes y al Aconcagua.
San Javier y Yacanto (Córdoba)
Ambas localidades, ubicadas en el Valle de Traslasierra, tienen como principal figura al cerro Champaquí, el punto más alto de la provincia. Los recorridos de trekking y experiencias rurales lo vuelven un punto turístico que se consolidó junto con la llegada del ferrocarril en el siglo XIX, que potenció la oferta de hospedajes y actividades vinculadas a la producción.
El circuito histórico permite recorrer iglesias, edificios de valor patrimonial y espacios culturales, mientras que las bodegas organizan degustaciones y propuestas de enología. Quesos, panificados artesanales y chacinados forman son los pilares gastronómicos de la zona.
Seclantás (Salta)
En el corazón de los Valles Calchaquíes, Seclantás se reconoce como la cuna del poncho salteño. Sus 1200 habitantes impulsan una economía basada en la producción textil, los tejidos tradicionales y la hospitalidad rural, que incluye posadas y casas de familia en un pueblo que recibe a sus visitantes con su icónico puente y un templo centenario.
El Camino de los Artesanos es uno de los principales recorridos temáticos, donde se puede seguir paso a paso la elaboración del poncho y descubrir la historia de la localidad en casonas coloniales y la iglesia Nuestra Señora del Carmen. La oferta culinaria la marcan las humitas, el cabrito, los quesos de cabra, la chuchoca y los vinos artesanales.

Villa Elisa es un destino ideal para relajarse en sus termas.
Uspallata (Mendoza)
Este pueblo del departamento de Las Heras es el acceso principal al Aconcagua y a destinos emblemáticos de montaña. Sus 6300 habitantes están asentados en paisajes cordilleranos y verdes oasis que dan lugar a alternativas de ecoturismo, trekking, vuelos en globo y recorridas históricas al paso trasandino.
Las Bóvedas de Uspallata, patrimonio minero colonial, junto al Puente del Inca, son los lugares más visitados. La gastronomía de montaña incluye platos elaborados con papa andina, azafrán y quinoa, acompañados por vinos locales. El glamping y las cabañas completan la propuesta de hospedajes.

La ONU reconocerá al mejor pueblo rural del mundo.
Villa Elisa (Entre Ríos)
A pocos kilómetros del río Uruguay, Villa Elisa cuenta con 14000 habitantes y se posiciona como un centro de turismo termal y rural. La oferta más reconocida es el complejo de aguas cálidas, que cuenta con diez piscinas a distintas temperaturas y múltiples servicios de bienestar.
El pasado inmigrante se materializa en gastronomía típica, licores, escabeches y picadas de campo que se ofrecen en almacenes antiguos y caminos rurales aptas para el cicloturismo. El Museo Estancia El Porvenir y los Almacenes de Campo transportan a los visitantes a los orígenes históricos de la zona y la vida rural entrerriana.
Fuente El Cronista