El candidato a diputado nacional y referente del Partido Verde, Mario Vadillo, expresó preocupación por el proyecto de Sierra Pintada en San Rafael.
Para Vadillo, “San Rafael convive con una bomba ambiental y el Presupuesto 2026 no pone un peso real para desactivarla”.
A su entender, la localidad sureña “vive con un basurero nuclear a cielo abierto y el Estado nacional no pone un peso real para remediarlo. El Presupuesto 2026 es otra burla para Mendoza”.
denunció Mario Vadillo, candidato a diputado nacional, al analizar las partidas asignadas a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
Según detalló Vadillo, tras analizar las partidas asignadas a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el Gobierno nacional destinará $5.393 millones para el complejo mendocino, aunque casi el 90% se destina a sueldos y administración: $4.718 millones en personal y $562 millones en gastos corrientes. “Para obras concretas, como membranas, diques o plantas de tratamiento, apenas figuran $114 millones. Es un monto simbólico que no alcanza ni para empezar a resolver el problema”, agregó,
La peligrosidad del veneno
El aspirante al Congrso nacional recordó que Sierra Pintada no es un sitio inactivo, sino un pasivo ambiental vivo y altamente riesgoso, en el que conviven “223 tambores metálicos con residuos radiactivos de alta peligrosidad, almacenados desde los ’90 y hoy corroídos”, “2,4 millones de toneladas de colas de uranio a cielo abierto”, “membranas impermeabilizantes vencidas, incapaces de frenar filtraciones”, y “más de un millón de m³ de aguas contaminadas con uranio, radio y arsénico”.
“Estos materiales no desaparecen con el tiempo. Todo lo contrario: se vuelven más inestables y más peligrosos a medida que pasan los años”, añadió.
El dirigente del Partido Verde dijo además que la ubicación de Sierra Pintada agrava la amenaza: “Estamos en zona sísmica, un temblor puede fracturar diques. El viento Zonda puede arrastrar partículas contaminantes a kilómetros. Las tormentas intensas pueden desbordar canteras y arrastrar tóxicos hacia los ríos y cultivos. No se trata de alarmismo, es la realidad”.
Y recordó el antecedente de Los Gigantes, en Córdoba, donde se fracturó una geomembrana de un dique con residuos radiactivos. “Lo que pasó en Córdoba puede repetirse mañana en San Rafael, pero con un pasivo mucho más grande”, cerró.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today