Londres, 18 de septiembre de 2025 – Total News Agency – TNA –El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue recibido en Windsor por el rey Carlos III en el marco de su segunda visita de Estado al Reino Unido, un hecho histórico y sin precedentes en las relaciones diplomáticas angloestadounidenses. El primer ministro británico, Keir Starmer, calificó el evento como “verdaderamente histórico”, destacando que nunca antes un mandatario estadounidense había recibido dos visitas de Estado.
El encuentro, cargado de protocolo y simbolismo, se desarrolló en el castillo de Windsor debido a que los salones del Palacio de Buckingham permanecen cerrados por obras de restauración. La agenda incluye una procesión de carruajes, un desfile militar, la ofrenda floral en la tumba de la reina Isabel II en la capilla de San Jorge, un sobrevuelo de los Red Arrows junto a cazas F-35 y una cena formal de gala.
Trump, que en su primera visita en 2019 había protagonizado tropiezos de protocolo al adelantarse a la reina Isabel II, esta vez fue recibido por el príncipe Guillermo y la princesa Catalina antes de participar en la procesión real. La organización del acto se interpreta como una señal de confianza hacia el mandatario, pese a que su figura suele polarizar en la política internacional.
El protocolo real es un terreno fértil para incidentes que se vuelven virales. En 2009, Michelle Obama sorprendió al rodear con un brazo a la reina Isabel en un gesto de cercanía, mientras que Joe Biden fue criticado en 2021 por saludar a la monarca con gafas de sol. Estos antecedentes refuerzan la expectativa de que cada gesto de Trump será analizado y, eventualmente, convertido en meme.
Para el Gobierno británico, la visita no se limita al boato de las ceremonias. Representa una apuesta diplomática para fortalecer la “relación especial” con Washington en un escenario internacional marcado por tensiones geopolíticas. Como señaló el exsubsecretario del ministerio de Exteriores, Lord Simon McDonald, “no se trata solo de carruajes y tiaras, sino de la agenda mundial”.
Con esta segunda visita de Estado, Trump se convierte en el único presidente estadounidense distinguido de tal manera, consolidando un capítulo inédito en el vínculo con la Casa de Windsor y proyectando una imagen de acercamiento estratégico entre ambas potencias.