Buenos Aires, 29 de septiembre de 2025 — Total News Agency-TNA —River Plate atraviesa uno de los momentos más delicados de la era moderna. Tras la histórica derrota como local frente a Deportivo Riestra, el equipo de Marcelo Gallardo acumula cuatro caídas consecutivas, algo que no sucedía desde 2010. La racha negativa incluye la reciente eliminación de la Copa Libertadores a manos de Palmeiras y abre un interrogante inquietante: ¿llega el plantel en condiciones anímicas de afrontar el decisivo duelo del jueves contra Racing, por los cuartos de final de la Copa Argentina?
Una derrota que dejó huella
La caída en el Monumental contra Riestra, que visitó por primera vez el estadio de Núñez, no solo marcó un hito histórico para el club de Bajo Flores, sino que también expuso todas las falencias del equipo millonario: errores defensivos, distracciones inadmisibles, falta de ideas para quebrar defensas cerradas y niveles individuales alarmantemente bajos.
“En series tan cerradas, muchas veces la diferencia está en la concentración: cuando baja el nivel de atención, se te va de las manos”, había advertido Gallardo tras la eliminación ante Palmeiras. Esa reflexión, que sonó a autocrítica, también fue un mensaje directo a un plantel que no logra sostener regularidad.
Gallardo en el ojo de la tormenta
A más de un año de su regreso, el entrenador más ganador en la historia de River aún no consiguió plasmar un estilo que represente a los hinchas ni levantar títulos en este segundo ciclo. En las encuestas de los medios deportivos, los socios y simpatizantes ya se preguntan si este es el peor momento del “Muñeco” al frente del club o si hubo etapas más oscuras.
El contraste con su primera gestión, marcada por la conquista de la Copa Libertadores 2015, la inolvidable final de Madrid en 2018 y una docena de títulos, vuelve todavía más evidente la falta de resultados y la dificultad para imponer un sello reconocible.
El duelo que puede cambiarlo todo
El jueves, en Rosario, River se jugará una verdadera final contra Racing por los cuartos de la Copa Argentina. Más que un pasaje a semifinales, el encuentro ofrece un boleto directo a la próxima Copa Libertadores, un objetivo que, a esta altura, está lejos de estar asegurado por la vía del campeonato local.
Para Gallardo, el cruce con la Academia puede convertirse en un punto de inflexión: o bien en el primer paso hacia la recuperación anímica y deportiva, o en el golpe definitivo que debilite su ciclo.
Una semana decisiva
El clima en Núñez es de máxima tensión. La seguidilla de derrotas, el impacto emocional del traspié contra Riestra y las dudas en torno a la conducción de Gallardo ponen al plantel contra las cuerdas. El duelo en Rosario definirá si River logra dar un giro a tiempo o si profundiza una crisis que ya es histórica.