Buenos Aires, 1 de octubre de 2025 — Total News Agency-TNA--La ministra de Seguridad y candidata a senadora, Patricia Bullrich, le reclamó públicamente al candidato a diputado bonaerense José Luis Espert que aclare sus presuntos vínculos con el empresario Fred Machado, investigado por narcotráfico. El pedido encendió una crisis en la campaña de La Libertad Avanza (LLA) y reabrió tensiones internas en el oficialismo.
El cruce y el deber de aclarar
Bullrich afirmó: “No podemos aceptar conductas de personas que hayan recibido plata (del narco). Es muy importante aclarar la situación ya”. La ministra aludió a una denuncia presentada por Juan Grabois que apunta a una transferencia de US$ 200.000 de Machado a Espert, y pidió que el candidato explique su relación con ese empresario.
Consultada en una conferencia de prensa, Bullrich moderó sus declaraciones y admitió que en 2019 Machado no estaba imputado, lo que según ella habilita una explicación por parte de Espert.
Respaldos, rechazos y versiones cruzadas
Mientras Bullrich exigió rendición de cuentas, otros sectores del Gobierno intentaron contener el impacto. El vocero presidencial Manuel Adorni aseguró que no existe una postura dividida: “Donde tiene que dar explicaciones Espert es en la Justicia; esto es un tema previo a estar en el Gobierno”. Lima respaldo explícito de Milei al candidato libertario, quien califica las acusaciones como “una operación” y “chimento de peluquería”.
Desde el ala política, la campaña libertaria empezó a mostrar fisuras: medios como Página 12 registraron que dirigentes del espacio cuestionaron que Bullrich haya sido la primera en cruzar públicamente a Espert y pidieron que la situación sea debatida internamente.
Círculo judicial y mediático del escándalo
La denuncia contra Espert tiene origen internacional: fiscales de Texas habrían detectado en 2020 un giro de US$ 200.000 de Machado a Espert. El vínculo entre el candidato y el empresario ya había sido objeto de versiones mediáticas y judiciales previas, que hasta ahora no habían prosperado.
A su turno, Espert desestimó las acusaciones como “campaña sucia” y aseguró que responderá ante la Justicia.
Desafío interno: credibilidad, control de daños y línea política
El episodio sitúa al oficialismo ante una disyuntiva: respaldar incondicionalmente al candidato cuestionado o permitir distancias críticas desde sus propias filas. Bullrich rompió el silencio y ejerció presión, pero luego suavizó su discurso en público para evitar fracturas profundas.
El Gobierno, que ya enfrenta una campaña exigente hacia las elecciones legislativas del 26 de octubre, se ve obligado a administrar este nuevo foco de conflictividad. La falta de un consenso claro sobre la línea de defensa a Espert evidencia la tensión que subyace al interior de LLA.
Mientras tanto, si Espert logra presentar una defensa convincente ante los tribunales o en la arena mediática, podría revertir el golpe de imagen. En cambio, si las sospechas prosperan, el oficialismo podría sufrir bajas políticas y electorales en una contienda que se define también por la moral pública y la transparencia en campaña.