La investigación de los Mossos d’Esquadra comenzó el pasado abril, después de identificar, en un control, una furgoneta. En su interior, los agentes detectaron restos de marihuana. Gracias a ese hallazgo, las pesquisas llevaron hasta una docena de individuos que se dedicaban a cultiva la droga en plantaciones ‘indoor’, y a su posterior envío a través de paquetería. Envíos en los que también incluían cocaína y hachís. La Policía catalana da así por desmantelan una organización dedicada a la distribución internacional de droga por toda Europa, tras la detención, hace unos días, de nueve hombres y tres mujeres, de entre 20 y 70 años, por su relación con las plantaciones y los envíos. En las seis entradas y registros, Badalona, Barcelona, Begues y Sant Vicenç de Montalt, los agentes se incautaron de 2.200 plantas de marihuana, valoradas en unos 250.000 euros. El líder del grupo se encargaba de especificar dónde y cuándo tenían que recoger la droga y la dirección donde se tenía que enviar. Estaban especializados, según indican los Mossos, en el envío de una gran variedad de estupefacientes, algunos comprados a terceros, para luego distribuirlos por diferentes puntos de la Unión Europea. Hacerlo dentro del espacio Schengen, con la consiguiente eliminación de aduanas, reducía las posibilidades de que la mercancía pudiera sin interceptada. Además, la organización se encargaba de ocultar la droga con un elaborado sistema que consistía en envasarla al vacío, introducir en los paquetes espuma de poliuretano para ocultarla, y la utilización de escuadras de madera para evitar la deformación de las cajas. Modo por el que evitaban que un escáner la pudiese detectar. La organización criminal estaba perfectamente estructurada con un cabecilla que era el encargado de detallar las cantidades a recoger y enviar, así como los puntos de recogida y las direcciones donde se tenían que enviar, muchas de ellas ubicadas en Bélgica, Francia, Italia o los Países Bajos. Por debajo de este individuo se situaba el encargado de gestionar el dinero obtenido del negocio ilícito que, en parte, servía para pagar los alquileres de las viviendas y de los vehículos utilizados por el entramado. Otro de ellos era el responsable de obtener documentos falsos empleados para tramitar los envíos en empresas de paquetería.La parte más baja de la estructura la integraban los denominados ‘jardineros’, encargados de cultivar la marihuana, quienes, a su vez, facilitaban su identidad real personales para formalizar alquileres de los inmuebles que usaba la organización, y evitar así involucrar los líderes.Durante el transcurso de las pesquisas, los agentes interceptaron tres envíos con grandes cantidades de marihuana, hachís y cocaína. A los doce detenidos se les atribuyen delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico. Además, a uno de ellos se le suma también un delito de falsificación documental.
Fuente ABC