Buenos Aires, 6 de octubre de 2025 — Total News Agency-TNA-El triple femicidio de Lara Gutiérrez, Morena Verdi y Brenda del Castillo, ocurrido en una vivienda de Florencio Varela, sigue revelando conexiones que comprometen a figuras cercanas al poder político y sindical bonaerense. La casa donde fueron asesinadas las jóvenes pertenece a Silvia Almazán, secretaria adjunta de SUTEBA y mano derecha del líder gremial Roberto Baradel, quien ahora quedó bajo la lupa judicial.
La dirigente sindical y la casa del horror
De acuerdo con los registros dominiales, Silvia Almazán es la titular del inmueble donde se cometió el triple crimen, una propiedad ubicada en el barrio Villa Vatteone, que —según testimonios vecinales y fuentes judiciales— funcionaba como búnker narco y punto de venta de drogas.

La vivienda se encontraba alquilada a Magalí Celeste González Guerrero, una joven de 28 años actualmente detenida como una de las principales implicadas. González Guerrero es hija de Fabiana Guerrero, funcionaria del gobernador Axel Kicillof y directora de Gestión Curricular de la Provincia de Buenos Aires.
Según fuentes de la investigación, al momento del allanamiento, González Guerrero fue encontrada limpiando manchas de sangre con lavandina, en un intento de borrar rastros del crimen. Este detalle, confirmado en el expediente, alimenta las sospechas sobre la posible complicidad o encubrimiento.
Pese a la gravedad de los hechos, resulta llamativo que la dirigente gremial Almazán no haya realizado ninguna acción inmediata para recuperar su propiedad, a pesar de que en la zona era conocido el movimiento de droga y actividades ilegales en el lugar.
Un vínculo que compromete al poder político
El fiscal de la causa, Adrián Arribas, confirmó que Almazán fue citada a declarar en calidad de titular del inmueble. “Es la dueña de la casa”, reconoció el funcionario judicial, aunque aclaró que por el momento no está formalmente imputada.
Almazán, una figura de estrecha confianza de Baradel, aparece con frecuencia junto a él en actos sindicales y manifestaciones públicas, e incluso en actividades oficiales junto al gobernador Axel Kicillof, con quien mantiene relación política y personal dentro del ámbito educativo bonaerense.
Mientras tanto, los mensajes hallados en el teléfono de González Guerrero revelaron una conversación con su madre, Fabiana Guerrero, a quien pidió “borrar todo” del chat tras el crimen, lo que agrava las sospechas sobre una posible cadena de encubrimiento que involucra a funcionarios públicos.
Investigación en curso y líneas narco
El fiscal Arribas sostuvo que no se descarta una conexión con el narcotráfico: “Hay consumo y movimiento de drogas en los implicados. Si se confirma que el hecho está atravesado por el negocio narco, el expediente podría pasar al fuero federal”.
Hasta el momento hay nueve detenidos, entre ellos el ciudadano peruano Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, considerado el autor material del triple femicidio. Sin embargo, la Justicia no descarta nuevas detenciones en las próximas horas.
El caso, que comenzó como un crimen atroz, hoy desnuda una trama de poder, complicidad política y vínculos sindicales que amenaza con alcanzar a la cúpula educativa y al propio gobierno bonaerense.

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