La nueva versión de una de las imputadas
Buenos Aires, 9 de octubre de 2025 – Total News Agency – TNA.–En una nueva ampliación de su declaración ante la Justicia, Milagros Florencia Ibáñez (20), una de las detenidas por el triple femicidio de Florencio Varela, sostuvo que la intención original del grupo no era atacar a las víctimas, sino “apretar a un hombre” vinculado con el robo de un cargamento de drogas.
La joven señaló que su pareja, Alex Roger Ydone Castillo (50) —actualmente prófugo— le había dicho que le habían sustraído “casi 400 kilos de droga” y que el operativo del 19 de septiembre tenía como fin “recuperar la mercadería”, no “lastimar a las chicas”.
Una declaración que reconfigura la trama del crimen
Ibáñez aseguró que acompañó a Ydone Castillo hasta Florencio Varela porque éste “quería apretar a un tipo que tenía información sobre el robo”. Según su testimonio, el cargamento de estupefacientes había sido adquirido junto con otros socios y el robo había generado una fuerte pérdida económica.
“Me dijo ‘perdí plata’, y que iban a ir a buscar a un tipo para sacarle información de dónde estaba la droga. No iban a lastimar a las tres chicas”, declaró ante el fiscal de Homicidios de La Matanza, Carlos Adrián Arribas, quien investiga el brutal asesinato de Lara Gutiérrez (15), Morena Verdi (20) y Brenda del Castillo (20).
Las tres jóvenes fueron engañadas y trasladadas desde La Matanza hasta una vivienda ubicada en la calle Chañar 702, barrio Villa Vatteone, en Florencio Varela, donde fueron torturadas, asesinadas y luego enterradas en el patio de la propiedad.
Sospechas y contradicciones entre los detenidos
Ibáñez está acusada de haber viajado a bordo de un Volkswagen Fox, identificado como uno de los vehículos de apoyo que acompañaron a la Chevrolet Tracker blanca utilizada para trasladar a las víctimas. En su testimonio, afirmó que en el auto iban su pareja, Alex Ydone Castillo, y su tío, Víctor Sotacuro Lázaro (41).
Sotacuro, que ya se encuentra detenido, declaró ante la Justicia que “solo hizo de remis esa noche” y que no sabía a qué iban. Sin embargo, su versión se contradice con la de Celeste Magalí González Guerrero (28), la arrepentida que confesó el crimen, quien lo ubicó dentro de la vivienda durante los asesinatos y con un rol operativo clave dentro de la organización narco.
El trasfondo narco y las líneas de investigación
Las declaraciones de Ibáñez refuerzan la hipótesis de que el triple crimen estuvo vinculado al robo de un importante cargamento de cocaína, valuado en varios millones de dólares, propiedad de la organización encabezada por el peruano “Pequeño J”.
De acuerdo con las distintas indagatorias, los homicidios se habrían cometido como represalia por ese robo, y los cuerpos fueron enterrados en la casa alquilada por Celeste González Guerrero, propiedad de Silvia Almazán, secretaria adjunta de SUTEBA y dirigente cercana a Roberto Baradel.
La investigación sigue sumando testimonios y evidencias digitales que buscan establecer el grado de participación de cada imputado y el alcance real de la estructura criminal detrás del crimen que conmocionó al país.