Buenos Aires, 16 de octubre de 2025 – Total News Agency-TNA –La posibilidad de que Santiago Caputo —considerado por muchos como “el arquitecto del triunfo” de Javier Milei— integre formalmente el gabinete nacional ha desatado roces internos en el oficialismo, según fuentes políticas y del entorno gubernamental.
Señales cruzadas dentro del gobierno
Algunos interlocutores argentinos del consultor estadounidense Barry Bennett —ponente clave de la diplomacia paralela vinculada a Donald Trump— afirmaron que escucharon al operador foráneo señalar que Estados Unidos vería con agrado que Caputo se incorpore al gabinete en el corto plazo. Esa versión generó malestar entre varios ministros, que habrían planteado la consigna de que “Caputo debe avanzar o irse”.
Desde el entorno del asesor presidencial se negaron categóricamente esas versiones: “No estamos pensando en eso. Estamos concentrados en elegir bien, no en especulaciones”, afirman. Sin embargo, habitantes del micromundo caputista admiten que no las descartan del todo.
Choques con aliados clave
En las últimas dos semanas, Caputo ha chocado públicamente con dos pesos pesados del Ejecutivo: el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el canciller Gerardo Werthein. Francos cuestionó que algunos miembros del equipo “no tienen responsabilidad de gestión pero toman decisiones” y advirtió que el presidente deberá “analizar qué rol juega cada uno”.
Desde el entorno caputista no se hicieron esperar, y su línea digital abrió fuego contra Werthein por supuestamente no haber advertido a Washington lo que Caputo interpreta como una confusión de Trump respecto a qué elección argentina respaldar. El canciller respondió con desdén: “Con lo ocupado que estoy, lo último que me preocupa es un tuitero”.
Mano oficial en oficinas no oficiales
Caputo es pieza central en la red no oficial que acompaña al Ejecutivo libertario: se lo vincula con Bennett en estrategias de “backchannel” que complementan la diplomacia formal. En círculos cercanos al gobierno se afirma que Caputo viajó por su cuenta a Estados Unidos para activar encuentros previos a la cumbre entre Milei y Trump.
Analistas subrayan que esa estrategia ha reforzado su poder interno: a pesar de no poseer cargo con firma, coordina esfuerzos de comunicación, diplomacia alternativa y negociaciones legislativas.
Dilema presidencial por la estabilidad política
La disyuntiva para Milei es clara: consolidar al operador que más influencia tiene sobre su estrategia política o equilibrar el poder interno con ministros con funciones ejecutivas. La tensión con Francos, el reclamo de partes del gabinete y la presión externa esbozan un escenario de reacomodamientos en medio de la campaña electoral.
La pregunta clave será si el salto de Caputo al gabinete se da en un contexto de consenso o si precipita una crisis abierta en el frente interno del gobierno.