Buenos Aires, 17 octubre 2025 — Total News Agency-TNA.-El presidente Javier Milei confirmó este jueves por la noche que su asesor Santiago Caputo ocupará un rol central en el próximo gabinete, desatando tensiones internas con ministros que cuestionan su influencia creciente.
Conflictos internos en el gobierno
En las últimas semanas, Caputo chocó con figuras clave del Ejecutivo como el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro Gerardo Werthein. Francos recriminó que Caputo intervenga con gobernadores en proyectos legislativos sin tener responsabilidad de gestión, mientras el entorno del asesor digital atacó al canciller por no aclarar el alcance del mensaje estadounidense sobre las elecciones argentinas.
Respaldo de Milei y perfil político
Cuando le consultaron si Caputo podrá asumir un puesto de peso en el Gabinete, Milei respondió: “Sí, absolutamente”. Esa respuesta oficial cerró las especulaciones sobre su incorporación formal, cuyo rumor creció tras declaraciones atribuidas a interlocutores del entorno estadounidense que aseguraban que su integración al gabinete era vista favorablemente.
El asesor ha sido clave en la estrategia mediática oficial, incluso durante el episodio en que se intentó reinterpretar el significado de los dichos de Donald Trump sobre apoyos condicionados según la elección argentina. Tras esa controversia, Caputo y sus colaboradores intensificaron la presión sobre el área diplomática.
Resistencia de ministros y disputas de poder
Francos criticó la influencia persistente de Caputo fuera del gabinete, argumentando que hay tomas de decisiones no institucionalizadas. Werthein respondió con desdén a quienes lo cuestionaron por redes sociales, descartando involucrarse en debates digitales.
Desde el oficialismo digital, figuras como Daniel Parisini arremetieron contra el canciller, acusándolo de no haber transmitido correctamente al gobierno de EE. UU. el tipo de comicios en juego en Argentina. La tensión escaló hasta que Milei intervino para ratificar su respaldo a Caputo.
Mientras tanto, fuentes políticas advierten que el desembarco formal de Caputo en el Ejecutivo genera inquietud entre quienes vieron en él un poder paralelo que podría condicionar al bloque legislativo y a la interlocución con gobernadores.