La reciente aprobación de la ley de eutanasia en Uruguay ha provocado un efecto dominó, reactivando la discusión sobre el derecho a la “muerte digna” en Argentina. En este contexto, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, recordó que él mismo impulsó un proyecto de ley sobre el tema durante su etapa como senador nacional e instó a que la discusión sea retomada en el Congreso argentino con “seriedad y sensibilidad”.
El mandatario mendocino defendió la validez del procedimiento citando la experiencia global: “El derecho a la eutanasia ya existe en alrededor de nueve países. En todos los lugares donde se ha aplicado, se ha actuado con estricto profesionalismo”, expresó durante la apertura del Congreso de Salud Mental Mendoza 2025.
La declaración de Cornejo se produce inmediatamente después de la votación histórica en el Senado uruguayo, donde se aprobó la “Ley de Muerte Digna” tras más de diez horas de debate. La normativa garantiza el derecho a “transcurrir dignamente el proceso de morir” para mayores de edad que se encuentren en la etapa terminal de enfermedades incurables o que experimenten sufrimientos insoportables.

Cornejo presentó un proyecto de eutanasia en 2021
La discusión sobre la eutanasia en Argentina tuvo uno de sus puntos más altos en 2021, cuando Cornejo y la diputada Jimena Latorre, junto a un grupo de legisladores radicales, presentaron un proyecto de ley que buscaba regular “el derecho de toda persona a solicitar y recibir la ayuda necesaria para morir”. La iniciativa fue impulsada y contó con el fuerte apoyo del jurista mendocino Daniel Ostropolsky, quien padecía Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y se erigió como una de las voces más firmes en defensa de la causa hasta su fallecimiento en 2022.
El proyecto de ley argentino establecía criterios muy específicos para acceder al procedimiento, permitiendo la solicitud a aquellas personas con “enfermedades graves e incurables o padecimientos crónicos e imposibilitantes” que implicaran un sufrimiento físico o psíquico intolerable.
Un pilar central de la iniciativa era el respeto por la “autonomía de voluntad” del paciente, a la vez que se contemplaba la posibilidad de ejercer la “objeción de conciencia” por parte de los profesionales de la salud.
Retomando la propuesta, Cornejo remarcó en aquella ocasión que su iniciativa era “superadora de la ley de muerte digna” ya vigente en el país y que la sociedad debe retomar el debate “sin prejuicios y con responsabilidad ética”.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today