La Plata, 22 de octubre de 2025 – Total News Agency-TNA –-El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, atraviesa una nueva etapa de fricciones internas con Cristina Fernández de Kirchner, a pesar del amplio triunfo obtenido el pasado 7 de septiembre en las elecciones locales. El resultado, que le otorgó casi 14 puntos de ventaja al oficialismo, no logró convencer a la expresidenta de que la decisión de adelantar el comicio provincial fue acertada. Foto: Otros tiempos
Desconfianza y lecturas opuestas sobre el resultado
De acuerdo con dirigentes cercanos al kirchnerismo, Cristina considera que el anticipo electoral pudo haber actuado como un “despertador” para un Gobierno nacional que llegaba debilitado a los comicios de octubre. Según su interpretación, si las elecciones locales y nacionales se hubieran celebrado juntas, el resultado podría haber sido más favorable para el peronismo a nivel nacional.
En su análisis, la expresidenta subrayó que, aunque la lista de Fuerza Patria obtuvo alrededor de 3,7 millones de votos (equivalentes al 47%), Sergio Massa había logrado más de 4 millones en la primera vuelta presidencial, con un 42%. Cristina, que cumple prisión domiciliaria por causas de corrupción, advirtió que la menor participación y la ausencia de intendentes en la contienda provincial redujeron la potencia electoral del espacio.
Encuestas y preocupaciones en San José 1111
La preocupación de la exmandataria se reavivó con la llegada de una nueva encuesta a su departamento de Recoleta, en San José 1111, que reveló una reducción de la ventaja en la provincia: la diferencia para el oficialismo sería ahora de unos nueve puntos, cinco menos que hace mes y medio. Para Cristina, ese escenario podría traducirse en un desempeño más competitivo del Gobierno nacional en la elección general de octubre.
El optimismo en La Plata y la defensa de la estrategia
En la Gobernación bonaerense, sin embargo, el clima es distinto. El equipo de Kicillof defiende la decisión de adelantar el comicio como una jugada estratégica que permitió “revitalizar al espacio y demostrar que el oficialismo sigue de pie”. En la Casa de Gobierno provincial sostienen que “sin septiembre no habría octubre” y destacan que todas las mediciones posteriores mantienen una diferencia estable de entre 7 y 10 puntos a favor del peronismo.
Además, remarcan que las condiciones de la próxima elección son diferentes: no votan los extranjeros, los cargos en disputa son nacionales y las terceras fuerzas llegan debilitadas. “Son escenarios distintos, y septiembre sirvió para reposicionar al proyecto en todo el país”, explican desde el entorno del gobernador.
El trasfondo político: la carrera hacia 2027
Más allá de los números, la interna refleja una disputa de poder en el futuro del peronismo. Mientras Kicillof intenta consolidarse como referente de gestión y figura nacional, Cristina Kirchner mantiene la centralidad política y la cautela estratégica. Dentro de su círculo más cercano niegan que se haya iniciado un debate serio sobre una eventual candidatura presidencial del gobernador.
“¿Axel candidato presidencial? El 2027 es ciencia ficción todavía”, resumió un dirigente camporista leal a la expresidenta.
Noche de definiciones
La tensión podría hacerse visible el mismo domingo electoral: mientras Kicillof seguirá los resultados desde La Plata, el peronismo porteño, encabezado por Mariano Recalde, se reunirá en la ciudad de Buenos Aires y se espera que militantes se acerquen a la residencia de Cristina. En ambos espacios se aguarda un nuevo triunfo, aunque la incógnita es si ese resultado alcanzará para fortalecer la posición del gobernador o para profundizar la disputa interna.
Fuentes consultadas: Clarín, consultoras políticas del oficialismo, dirigentes del entorno kirchnerista.

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