El Gobierno financia el plan para crear una IA ‘euskaldun’ dirigido por el marido de una ex del PNV

El Gobierno de España ya ha autorizado una dotación de cinco millones de euros para desarrollar Euskorpus, un nuevo modelo en euskera de lenguaje extenso, las bases de datos lingüísticas que alimentan a una inteligencia artificial (LLM, por sus siglas en inglés). El proyecto fue anunciado en febrero de este año por el lendakari Imanol Pradales, con una subvención inicial, directa y sin concurso, de 5.550.000 euros del Gobierno vasco, a la que desde octubre se suma otra a cargo del Ministerio de Transformación Digital.

Ambas recaen en Euskorpora como beneficiaria, la fundación creada ad hoc en enero de 2024 para desarrollar la tarea, que tiene detrás al Centro de Tecnologías de Interacción Visual y Comunicaciones (Vicomtech), una mercantil relacionada con importantes figuras del PNV en las últimas décadas. En los estatutos de Euskorpora figuran, además de esta fundación privada sin ánimo de lucro, las empresas Trebe Language Technologies y Ereil Technologies S.L., creadas también a partir de Vicomtech.

Esta última inició su andadura en el año 2001 con el impulso de EiTB, cuando el expresidente del PNV, Andoni Ortuzar, ejercía como director general de la radiotelevisión pública vasca. Desde entonces, Vicomtech tiene como CEO a Julián Flórez, marido de la exconsejera nacionalista Arantxa Tapia, que aterrizó en 2005 en el Gobierno vasco de la mano de Juan José Ibarretxe en el cargo de viceconsejera de Transportes y Obras Públicas. En 2012, cuando Iñigo Urkullu fue nombrado lendakari, Tapia ocupó la Consejería de Desarrollo Económico hasta 2024, cuando se produjo la renovación encabezada por Pradales tras las elecciones autonómicas celebradas en abril del año pasado.

Un periodo en el que, según publicó El Salto, Vicomtech se embolsó 10.496.000 euros a través de decenas de partidas asociadas a programas de ayuda a la investigación como Elkartek, dependiente de la propia consejería dirigida por Tapia. Dicho mecanismo de impulso al I+D sigue en funcionamiento, pero Euskorpus, tal y como afirma el Gobierno vasco en un escrito remitido este mes de octubre al Parlamento vasco, a petición del diputado del PP Santiago López Céspedes, no “encuentra encaje” en este ni en ningún otro “debido a su singularidad”.

Así, de acuerdo con esta documentación (plagada de errores gramaticales), el Ejecutivo vasco justifica la subvención directa en la “imposibilidad de acudir a una convocatoria de carácter general” y en la “urgencia, necesidad, oportunidad e interés público de la medida”.

Concretamente, el objetivo es “promover y asegurar la presencia digital del euskera, recopilando, creando y desarrollando de forma activa y metódica el corpus digital del euskera, y promoviendo modelos básicos de código abierto”. Un pretexto para una inyección de dinero público “necesaria para corregir la existencia de fallos de mercado”, dado que “sin estas ayudas no lograría alcanzar por sí solo resultados eficientes”.

Y reconoce, en referencia a Euskorpus: “Cuando se trata de actuaciones que no tienen carácter económico, o de infraestructuras científico-tecnológicas ligadas a ella, esta necesidad se hace aún más evidente, ya que supone asumir el riesgo de afrontar fuertes inversiones que no producirán un rendimiento económico”.

Después de anunciarse, y conociéndose menos detalles que en la actualidad, la iniciativa ya fue recibida con escepticismo por parte de los distintos partidos de la oposición. Excepcionalmente, EH Bildu y el PP coincidían en señalar el “clientelismo” que subyacía en esta colaboración público-privada.

Los de Arnaldo Otegi cuestionaban por qué participaban en Euskorpus actores como PricewaterhouseCoopers (PwC), donde trabaja desde abril como asesora Arantxa Tapia, y no otros del sector público, como la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), que finalmente sí se ha incorporado, al igual que otras grandes entidades como Petronor o Iberdrola, aunque se desconoce su cometido.

“La sombra del amiguismo ha llegado a la IA, a los amigos del batzoki”, dijo entonces el popular Santiago López Céspedes, en referencia a las organizaciones municipales del PNV. Por aquel entonces no se sabía que a esa primera subvención se iba a sumar, menos de un año después, la del Gobierno central, alcanzando un presupuesto total de 10.550.000 euros a gastar entre 2025 y 2027.

Desglose del presupuesto
De acuerdo con la documentación facilitada por el Gobierno vasco, la actividad de Euskorpus se resume en la transcripción de “3.300 horas de material audiovisual en euskera, así como en la traducción de un volumen estimado de 3.000.000 segmentos de texto del español, inglés y/o francés al euskera”.

Para ello se destinará una mano de obra e infraestructura tecnológica que, en este último caso, se dispondrá en la sede de Vicomtech en San Sebastián, dado que “ofrece las máximas garantías de protección y seguridad”. Estos dos apartados absorberán cerca de tres millones y medio de euros del presupuesto global.

La cuantía mayor, sin embargo, con más de seis millones de euros, es la destinada a subcontratar tanto los servicios para crear el propio corpus lingüístico y desarrollar el LLM, como “servicios de asesoramiento y apoyo prestados por consultores externos y proveedores de servicios”. No se especifica quiénes serán dichos consultores, ni tampoco sus tareas concretas.

Fuente: ABC