Javier Milei consiguió este domingo un triunfo que parecía impensado semanas atrás, otorgándole un aire renovado para relanzar la gestión. Mucho más después de las denuncias y los escándalos que generaron un “tembladeral violeta” a pocas semanas de los comicios, y que pusieron en riesgo la misma gobernabilidad. Y hasta hubo que salir a pedir un salvavidas al mismísimo Donald Trump.
Ahora, con el triunfo electoral fresco y motivador, se espera una respuesta favorable de los mercados y una calma del dólar en la apertura de la semana, luego de jornadas de intensa volatilidad cambiaria. De hecho, las acciones argentinas en Wall Street anticiparon una buena recepción, con subas que alcanzaron hasta el 35 por ciento en las operaciones previas.
1. El desafío económico: estabilizar el dólar
El primer y más urgente desafío de la Casa Rosada es estabilizar la moneda estadounidense. La prioridad es definir la suerte del actual esquema de bandas cambiarias. Distintos analistas del sector financiero consideran que este sistema está agotado y requiere una definición inminente por parte del equipo económico.
Además de la macroeconomía, el Gobierno deberá establecer nuevos mecanismos para atender las necesidades de la “economía del día a día” y la microeconomía. Una deuda pendiente con el “argentino de a pie”, sobre todo de aquellos que votaron no tanto por simpatía a Milei y su círculo íntimo, sino porque no quiere que el kirchnerismo vuelva a gobernar al país. Ya bastante daño hizo, dicen.
2. El desafío político: renovar el gabinete
Tras los festejos en el búnker del Hotel Libertador, Milei afronta días movidos en el plano político. Lo primero en la agenda es anunciar los cambios en el Gabinete. Es cierto que el rosario de agradecimientos con el que comenzó el discurso de anoche no ahorró elogios a sus ministros.
Algunos de ellos los llamó “gigantes” o “colosos”, frases rimbombantes que podrían remitir a una famosa frase futbolera: “Equipo que gana no se toca”. Pero esto es política. Y hay factores objetivos y subjetivos que indican que no será así.

Se confirman las salidas de los triunfales Patricia Bullrich (ministra de Seguridad) y el mendocino Luis Petri (ministro de Defensa), quienes obtuvieron amplios triunfos en CABA y Mendoza, respectivamente. Y no dejaron dudas: con más del 50 por ciento de los votos en su bolsillo.
A ellos se suma el alejamiento asegurado de Mariano Cúneo Libarona (ministro de Justicia), dejando al Presidente con un mínimo de tres casilleros clave que llenar en las próximas horas. Lo cierto es que suenan más nombres para entrar a la renovación del gabinete que a salir. En estas horas se decidirá.
Las palabras de Milei, los gestos, el tono y todo lo que se vio sobre el escenario del bunker en el hotel Libertador (que ya casi “es nuestro”, dijo una Karina exultante) indican que la mesa chica seguirá como hasta ahora.
3. El desafío federal: El diálogo con las provincias
El tercer desafío es entablar un diálogo que dé frutos con los gobernadores provinciales. El oficialismo necesitará tender puentes para avanzar con reformas estructurales. Por más amplio triunfo que haya logrado y por más de haber sumado legisladores en el Congreso de la Nación, Milei igual necesita acuerdos y consensos para avanzar. Y ése, precisamente, no ha sido su fuerte en sus primeros dos años de gestión. Por el contrario, ha sido más proclive a las agresiones, el discurso violento, las decisiones cerradas y no dialoguista. No le queda otro camino que cambiar.
Es decir, la situación y los números de La Libertad avanzar mejorará en el Congreso a partir del recambio legislativo del 10 de diciembre próximo, pero aún le serán imprescindibles alianzas estratégicas con los gobernadores, que le estan pidiendo rever -hablemos en criollo ahora- el reparto de fondos, obras públicas y otros aportes nacionales.
Se entiende que el total fracaso del espacio “Provincias Unidas” en los comicios facilitará al Gobierno la tarea de buscar nuevos aliados entre los mandatarios provinciales. No es un dato menor. En ese espacio aparecen nombres de dirigentes y provincias importantes: Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio “Nacho” Torres (Chubut), Claudio Vidal (Santa Cruz), Carlos Sadir (Jujuy) y Gustavo Sáenz (Salta). A la luz del cuarto oscuro -valga la paradoja- “alguien tiene que ceder”, como dice el título de la famosa película protagonizada por las estrellas Jack Nicholson, Diane Keaton y Keanu Reeves.

Y que nadie se olvide de Mauricio Macri y el alicaído PRO. Después de varios destratos en tiempos de campaña, volvió a cobrar protagonismo tras la derrota violela en la provincia de Buenos Aires a manos de Axel Kicillof. Esta vez, Macri ofreció su apoyo para los proyectos que falta (reformas laboral y tributaria, entre otros), pero se retiró estratégicamente del barro del proselitismo.
El expresidente vio el resultado de las elecciones de ayer en un televisor de pantalla gigante, en el sillón más cómodo de su casa. Venía de una semana “superadora” de las pequeñeces de la política doméstica junto al número uno de la poderosa JP Morgan.
Cena exclusiva y función en el Teatro Colón con el CEO norteamericano y con los más grandes empresarios argentinos, como Marcos Galperín (Mercado Libre). Otras ligas… Habrá que ver cómo se tejen los acuerdos para avanzar con los puntos en común que los une con LLA. Al fin y al cabo, son amigos pero compiten por los mismos clientes.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today

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