Turco Husain, campeón de la Libertadores, busca un título inédito: ganar MasterChef. Su vida tras el retiro, su especialidad en la cocina, la relación con Maxi López y más.
A 15 años de su retiro, Claudio Husain busca un trofeo tan inusual como inédito en su rica trayectoria. Campeón de la Libertadores e Intercontinental en los 90 con Vélez, y con pasos por el Napoli, River y San Lorenzo, entre otros, el ex volante lo ganó casi todo dentro de la cancha. También dejó su marca en la Selección: disputó 15 partidos en la Mayor, participó en las copas América de 1991, 1997 y 1999, y formó parte del proceso de Eliminatorias rumbo al Mundial 2002.
Hoy, a los 50 años, un nuevo desafío lo vuelve a ilusionar y despierta su espíritu competitivo: conquistar el trofeo de MasterChef. El Turco, participante del reconocido reality de Telefé, forma parte del grupo de concursantes que arrancaron en las hornallas más famosas del país. Con el delantal puesto, habla con Olé sobre su sueño de convertirse en el mejor chef de la televisión.

Turco Husaín con la Libertadores que ganó en Vélez.
-¿Cómo te encuentra esta nueva etapa de tu vida?
-Bien, tranquilo. Disfrutando y aprendiendo mucho.
Con MasterChef, el Turco se reinventa y sale del molde. Algo que no fue nada fácil tras su retiro en el Audax de Chile en 2010: “El error de mi vida fue no haber tenido algo en paralelo al retirarme del fútbol. Un futbolista muere dos veces; la primera, cuando deja de jugar… Estuve dos años con una depresión absoluta”. De hecho, cuenta que, cuando en las transmisiones, le ofrecieron hacer la previa de un partido desde dentro de la cancha dice que no, que desde la tribuna sí puede hacerlo, pero estando dentro de la cancha no puede… “Me pongo a llorar, no lo puedo superar y eso que pasaron 15 años”.
Tras el retiro, pasó por canales de TV siendo parte de transmisiones deportivas pero, ahora, MasterChef le plantea un nuevo desafío: “Eso de cocinarle a alguien o que te evalúen no lo hice nunca en mi vida. Estuve mucho tiempo solo, cocinándome, pero esto, a este nivel de profesionalismo, la verdad que nunca lo había hecho. Y está lindo porque me obliga a reinventarme”.

Turco Husaín, panelista de TV.
-¿Y qué cocinabas cuando vivías solo?
-Nada sofisticado, ja. Era simplón: milanesas, pollo, tortilla, fideos, carne al horno, puré, papas, sopa…
-¿Las enseñanzas del fútbol sirven en la cocina?
-Me sirve mucho. Sobre todo para saber cómo manejar la ansiedad de la competencia. Es lo que puedo llegar a volcar ahí del fútbol. No vivo antes la ansiedad de cocinar: cuando da el pitazo el árbitro jugamos y listo. Quizás ahora veo a pibes que están inquietos con los platos o las decisiones del jurado y yo me lo tomo con mucha tranquilidad. Esa enseñanza se la debo al fútbol.

Turco Husaín con la Intercontinental.
-Sin embargo está el nerviosismo de algo nuevo…
-El deseo es por querer presentar algo lindo, digno y de querer destacarme, algo que no es fácil. Lo que sí te moviliza es, claro, obviamente llegar a tiempo.
-Igual por ahora estás pateando fuerte al medio con los platos…
-Estoy tratando de ser lo más sencillo y concreto posible. Obvio hay cosas para corregir, pero estoy aprendiendo mucho.
-En River jugaste 17 partidos con Maxi López: ¿cómo fue ese reencuentro?
-Maravilloso. A Maxi lo conozco de muy chiquito. Ahí en ese 2004 que compartimos en el club explotó, fue un año tremendo. Ganamos con River el campeonato de ese 2004 y quedó una linda relación. Es un pibe bárbaro.

Claudio y Darío Husaín en River.
En aquel equipo al que hace referencia el Turco, tanto él como Maxi compartían plantel con figuras como el Rolfi Montenegro, el Matador Salas, el Chori Domínguez, Fernando Cavenaghi y Javier Mascherano, entre otros destacados, en un equipo dirigido por Leo Astrada.
-Y si les toca hacer equipo en la cocina: ¿seguirá estando esa conexión que había en la cancha?
-Obvio, sin dudas. Haríamos una dupla imbatible, jaja.
-Que se agarren los jurados…
-Si hacemos equipo van a comer lindo, ja.
-¿Cómo ves a Maxi en la cocina?
-Como él vivió en Europa muchos años, tiene más conocimientos de distintas cocinas y esa cultura gastronómica mucho más amplia se nota ahora y la puede volcar en los platos.
-Me imagino que por Valu Cervantes, Enzo Fernández debe estar siguiendo lo que hacés en la cocina: ¿te pone nervioso eso?
-¡Jajaja! Me gustaría conocerlo. Enzo es un prócer. Para mí, él y todos los campeones del mundo son próceres. Sería un honor conocerlo y agradecerle por el campeonato que nos dio.
-¿Y si te pide un plato?
-Me encantaría cocinarle a Enzo, ja. Sería un placer cocinarle a un campeón del mundo.

Turco Husaín en Masterchef.
-¿Cuál es el plato que mejor te sale?
-La milanesa. Pero de a poco voy sumando más cosas…
-¿Es más difícil ganar la Libertadores y la Intercontinental o convencer al jurado de MasterChef?
-Ufff… Creo que ganar la Copa y la Intercontinental.
-Lo pensaste…
-Pasa que el jurado tiene un paladar muy distinto al de todos. Tienen todos los sabores y no los podés engañar: sacan al toque lo que cocinaste y cómo lo cocinaste.
-Bueno, ahora vas por este título…
-Hay que ir por el que falta que es conquistar al jurado… Vamos camino a eso: va a ser un partido difícil, pero voy en busca de ese objetivo. Y a seguir aprendiendo.
Fuente OLE
 
                                 
                                 
			
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