
El peronismo en el Congreso de la Nación pierde fuerzas y después del 10 de diciembre, con suerte, tendrá 28 senadores descontando 6 de los 34 que posee actualmente.
Con suerte porque ya hay dos senadores de Unión por la Patria que fueron electos y deslizaron la posibilidad de armar su propio bloque. Se trata de Gerardo Zamora y Elía Esther del Carmen Moreno.
Su posible salida responde a desencuentros políticos con el bloque comandado por el formoseño José Mayans, por lo que desde la bancada les ofrecerán armar un nuevo subbloque dentro de Unión por la Patria.
La derrota electoral de las legislativas pasadas dejó una sangrienta herida, algo que la ex presidenta Cristina Kirchner le había advertido al gobernador bonaerense Axel Kicillof al discutir el desdoblamiento de las elecciones.
La decisión del mandatario provincial, en primer lugar, puede entenderse por el hecho de que necesitaba en la provincia de Buenos Aires hacer una gran elección con el fin de no perder autoridad en la Legislatura local.
Pero del lado camporista de la situación, sostienen que el peronismo tiene la posibilidad de hacer una sola buena elección en cada oportunidad, por lo que la lectura que hacen es que de haber hecho las elecciones concurrentes, los resultados a nivel nacional podrían haber sido mucho mejores.
Es contrafáctico. Cada uno podrá tener su punto de vista y sentirse en lo correcto, pero lo cierto es que no pude comprobarse que un escenario diferente hubiese sido beneficioso para la principal oposición al Gobierno del presidente Javier Milei.
Pasadas las elecciones ya no hay mucho que pueda hacer. Solo contener a los propios, retenerlos cómo sea, hacer un mea culpa y analizar de qué forma se plantea un escenario más promisorio de cara al 2027.
Este inesperado escenario, en el que el peronismo está en su piso histórico en cuanto a representación parlamentaria, se da en un marco en el que el oficialismo logra, lento pero sostenidamente, convertirse en la fuerza más representativa.
Ya no solo por el batacazo dado en las últimas elecciones, en las que La Libertad Avanza logró un resultado mucho mejor del esperado, sino por el traspaso de diputados del PRO al partido constituido por Milei.
Fue una jugada en la que participó de forma activa la ministra de Seguridad Nacional Patricia Bullrich, que contaba con varios legisladores que se autoperciben “bullrichistas” y que responden a su jefa política mucho antes que al ex presidente Mauricio Macri.
Es en esa línea que puede haber un nuevo quiebre en el kirchnerismo en el Senado y es que uno de los subbloques de Unión por la Patria también empieza a plantear la posibilidad de desprenderse, lo que no está claro es hacia dónde.
Se trata de los cuatro senadores de convicción federal: Guillermo Eduardo Andrada, María Carolina Moíses, Jesús Fernándo Rejal y Fernándo Aldo Salino. Según supo Diario Mendoza Today, la semana pasada mantuvieron una reunión en la que debatieron esa salida.
Uno de los puntos que tocaron fue la reforma laboral, ya que es un tema que Milei intenta consensuar con los gobernadores y conseguir el mayor apoyo posible en el Congreso de la Nación para asegurar su aprobación.
Quien puso sobre la mesa la discusión fue Andrada, que trabaja en concordancia con el gobernador de catamarca Raul Jalil, uno de los que ya se pronunció a favor de una reforma laboral con un guiño al presidente.
Bullrich por estas horas mira todo ese escenario y buscará sumar a estos cuatro senadores a las filas de La Libertad Avanza. Poco probable es que suceda, aunque no se descarta que a futuro sean aliados del Gobierno Nacional en un bloque en el que podrían confluir con los santiagueños Zamora y del Carmen Moreno.
Lo que no puede negarse es que el bloque más opositor al Gobierno de Milei en el Senado está virtualmente roto. De por sí tiene la menor cantidad de senadores desde el regreso de la democracia y ese número puede caer aún más en caso de que estos 6 legisladores peguen el portazo.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today

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