Central, Boca y Racing componen una mejor imagen, pero hay mucha irregularidad y el formato del torneo favorece que cualquiera les empioje los partidos a los que mejor jueguen.
Así fueron durante tantos años los campeonatos de 20 equipos y así se juega en las mejores ligas del mundo, donde nadie da la vuelta olímpica jugando contra la mitad de los equipos de Primera ni ganando solo ocho o nueve partidos.
Pero el torneo que tenemos es este, y hoy, terminados los grupos, ya se sabrá cuáles son los 16 equipos habilitados a seguir peleando por el título del Clausura.
Claro, otra de las cosas que dificulta este formato es el pronóstico: nuestras ligas llegan a definiciones en las que quedan muchos equipos apretados en pocos puntos y los niveles vienen siendo tan irregulares que es difícil vislumbrar que tal o cual tienen claramente el nivel para estar en la final.
A vuelo de pájaro se puede destacar que Central fue el equipo más regular del año y tiene al que seguramente sea el mejor jugador del torneo, Di María. Que Boca cambió radicalmente desde el ingreso de otro campeón del mundo, Paredes, y viene fortalecido por el envión final. Que ambos se ganaron la ventaja de localía y tienen localías fuertes.
También se puede anotar Racing si, ahora sí, pone todas sus energías en esta sola competición;cuando su meta era la Libertadores, casi ni se fijaba en el Clausura y tuvo prestaciones bajísimas.
Pero casi todos los que entran están en condiciones de empiojarle un partido al mejor, y sacarlo en los penales, aunque ahora esas “resistencias heroicas” tendrán que estirarse a 120 minutos, porque los empates tendrán alargues.
Conechny festeja: Racing volvió al campeonato (Fotobaires).
Platense, el campeón del Apertura que nadie pronosticó (Foto Marcelo Carroll).
Fuente OLE

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