Cuando una fuente diplomática europea dice que va a haber un intercambio “franco” de opiniones durante una reunión, en la escala del lenguaje de Bruselas, ese es justo el escalón inferior a la agresión verbal. Hay discusiones francas en la capital comunitaria que a algunas de las partes del encuentro les duelen más de lo que les habría dolido un guantazo a mano abierta. Es ese tipo de reunión la que se ha celebrado este lunes en Bruselas entre los ministros de Comercio de la Unión Europea y los representantes comerciales americanos, Howard Lutnick y Jamieson Greer, con las fuentes diplomáticas adelantando que sería un encuentro con un debate “franco”. Y al terminar, la presidencia danesa, representada por el ministro Lars Lokke Rasmussen, ha insistido: ha sido una reunión “franca”.
Cada una de las partes ha llegado al encuentro con su propia lista de agravios. Los ministros europeos consideran que EEUU está yendo contra el “espíritu del acuerdo” comercial cerrado este verano, según fuentes diplomáticas, al amenazar con ampliar la lista de “derivados” del acero y el aluminio a los que sujeta a aranceles del 50%, además de reducir los gravámenes comerciales directos al acero y aluminio. Por el lado americano, hay quejas por la lentitud del proceso de ratificación del pacto entre EEUU y la Comisión Europea, pero también hay una petición de que la Unión Europea relaje las reglas digitales para las ‘Big Tech’ americanas. Ambos representantes americanos han llegado a sugerir que la UE debería “resolver los casos pendientes”, en referencia a investigaciones en marcha, para “crear un marco con el que nos sintamos cómodos”.
“Nuestra sugerencia es que la Unión Europea y sus ministros de Comercio consideren detenidamente la posibilidad de analizar sus normas digitales, intenten llegar a una aplicación más equilibrada, no que las descarten, sino que encuentren un enfoque equilibrado que funcione”, ha señalado Lutnick, explicando que si lo hacen “abordaremos las cuestiones del acero y el aluminio juntos”. Varias fuentes diplomáticas consideran que esta amenaza americana es contraria a lo acordado este verano. “En este momento, Europa está perdiendo inversión. Si lo hacen bien, la escala de la inversión digital en Europa será tan impresionante como la que estamos viendo en Estados Unidos”, ha añadido. Greer incluso ha sugerido que la UE debe seguir sus “consejos y orientaciones” en el ámbito digital.
El problema de la UE no es solo que China y EEUU innoven, es que les copia muy lento
Nacho Alarcón. Bruselas
Tanto Lutnick como Greer se han reunido con Henna Virkkunen, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea a cargo de la implementación de muchas de las normas digitales junto con la española Teresa Ribera, vicepresidenta a cargo de Transición y Competencia, y han vuelto a insistir en la posición de Washington: que las normas son discriminatorias al contar con unos umbrales que afectan fundamentalmente a empresas americanas. “Hemos explicado que (las normas europeas) no son discriminatorias, que no están destinadas contra las empresas americanas”, ha señalado Sefcovic en una rueda de prensa posterior, asegurando que los europeos deben seguir explicando al lado americano estos elementos.
El comisario de Comercio también ha defendido que va en interés de Washington no seguir ampliando la lista de derivados, que provoca que haya productos que cuentan con acero y aluminio, que está sujeto a aranceles del 50%, que también tienen que afrontar esos gravámenes comerciales. “Estados Unidos quiere reindustrializarse y una parte importante de ello son también las máquinas que se suministran desde la Unión Europea”, ha advertido Sefcovic, que ha subrayado la necesidad de encontrar un terreno común para todas las importaciones de acero y aluminio. Los europeos también piden que EEUU amplíe la lista de bienes que están libres de aranceles. En el caso español, Carlos Cuerpo, ministro de Economía, ha solicitado a Greer y Lutnick que incluyan el aceite de oliva y el vino en ese grupo.
Ratificación del acuerdo
El acuerdo de Escocia, lo que en la capital comunitaria muchos señalaron como el colofón del verano de la humillación europea, entre Donald Trump, presidente estadounidense, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, dejó como resultado el comunicado conjunto del 21 de agosto, en el que la Unión Europea se comprometía a aceptar aranceles generales del 15% por parte de EEUU a cambio de que eso representara un techo para exportaciones sensibles para la industria americana. Pero una cosa es lo que se escribe y otra lo que se hace.
La escena del duelo en el cementerio del El bueno, el malo y el feo, la película de Sergio Leone de 1966, sería una buena representación de la tensión que hay entre las partes. Porque las dos acusan a la otra de no estar cumpliendo el pacto. El lado americano y el de los Estados miembros europeos se consideran a sí mismos el bueno, y al otro el malo. Lo único en lo que están de acuerdo es que el feo es el Parlamento Europeo: la Eurocámara se está tomando su tiempo para ratificar el texto, enervando tanto a Washington como a parte de las capitales europeas, aunque varias fuentes diplomáticas piden respeto hacia el proceso democrático interno de la Unión.
Sefcovic se ha encargado de subrayar que la Unión Europea sí que está cumpliendo con buena parte del acuerdo. A su llegada al encuentro, leyendo un documento. “Europa no solamente están comprometida, está cumpliendo con sus compromisos en la práctica”, ha asegurado el esloaco, explicando que la UE ha importado 200.000 millones de dólares este año en energía, que el gas natural licuado (GNL) norteamericano ha pasado de representar el 45% de las importaciones al 60%, y por último desde enero las inversiones directas europeas han alcanzado los 145.000 millones de dólares, además de compras por valor de 40.000 millones de dólares en chips.
El proceso de ratificación es, junto a la legislación digital, la principal queja con la que Greer y Lutnick han llegado a la capital comunitaria. Buena parte de la atención se centra en el Parlamento Europeo, porque su proceso es más lento y la institución apunta a que podría necesitar hasta febrero para terminar de aprobar el documento. De hecho, Bernd Lange, eurodiputado socialdemócrata y presidente de la comisión de Comercio de la Eurocámara, apunta a la expansión de la lista de derivados del acero como una de las principales preocupaciones de la institución.
Fuente El Confidencial

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