Ábalos ingresa en prisión y se convierte en el primer diputado encarcelado en democracia
Madrid, 28 de noviembre de 2025 – Total News Agency-TNA-
El exministro socialista José Luis Ábalos ingresó este jueves en la cárcel madrileña de Soto del Real bajo prisión provisional por delitos de corrupción, en una decisión judicial que marca un hito sin precedentes en la historia democrática española: nunca antes un diputado en ejercicio había sido enviado a prisión. El juez tomó la medida al considerar que existe riesgo de fuga tras el escrito de acusación presentado por la Fiscalía, que solicita 24 años de cárcel para el histórico dirigente del PSOE.
El impacto político es mayúsculo. Han pasado siete años desde aquel 31 de mayo de 2018, cuando Ábalos protagonizó uno de los discursos más recordados de la mococión de censura contra Mariano Rajoy. Durante más de 40 minutos, el entonces portavoz socialista pronunció en 14 ocasiones las palabras “corrupción” o “corruptos”, desplegando una argumentación feroz contra el Partido Popular por los escándalos Gürtel y Púnica, y defendiendo la “limpieza histórica” del PSOE en su 139º aniversario. Su oratoria contribuyó a cimentar el apoyo parlamentario que permitió la caída del Gobierno de Rajoy y la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa.
El contraste entre aquel momento y su situación actual es demoledor. El hombre que acusaba al PP de mantener “un eficaz sistema de corrupción institucional” es hoy el protagonista de un proceso que lo ha llevado a la cárcel acusado de recibir mordidas y participar en una red de corrupción sistemática. Aquella vez, Ábalos advertía a la ciudadanía que “España no podía tolerar la corrupción ni la indecencia como si fueran algo normal” y reivindicaba que “la decencia debía ser esencial, no accesoria”. Su mensaje cosechó aplausos de su bancada y la mirada incrédula del PP. Hoy sus palabras vuelven a escena, pero convertidas en un boomerang político.
El propio Rajoy, aquel día, respondió con ironía premonitoria. Recordó que “la corrupción está en todas partes” y que para “dar lecciones hay que estar en condiciones de darlas”. Insistió en que la corrupción no distingue “barrios, banderas ni doctrinas”. Sus frases, entonces interpretadas como un intento defensivo, parecen ahora una advertencia anticipada sobre el destino del propio Ábalos.
La prisión donde ha sido recluido, Soto del Real, es conocida por haber alojado a figuras relevantes de la política y el empresariado español, desde Mario Conde hasta Rodrigo Rato o los dirigentes independentistas Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. El centro, frecuentemente calificado como “prisión VIP”, cuenta con gimnasio, piscina y espacios deportivos como pista de squash, aunque mantiene estrictos protocolos de seguridad y convivencia.
El ingreso de Ábalos en prisión provisional refleja la gravedad del expediente judicial que enfrenta y el deterioro de su situación personal y política. También abre un nuevo capítulo en las tensiones internas del PSOE, cuyo liderazgo intenta marcar distancia tras años de desgaste por el llamado “caso Ábalos”. La caída abrupta del exministro —que pasó de ser uno de los hombres más influyentes del sanchismo a convertirse en símbolo de la corrupción que él mismo denunciaba— deja al oficialismo en una posición incómoda en un escenario político ya de por sí convulso.
La instrucción continúa, mientras el entorno del exministro evita pronunciamientos públicos y en el Congreso se multiplican las reacciones. La oposición reclama explicaciones y responsabilidades políticas más allá del procesamiento individual, y sectores críticos del PSOE temen que el caso erosione aún más la confianza ciudadana en las instituciones.
El proceso recién comienza, pero la dimensión histórica de este episodio ya es innegable: José Luis Ábalos, el dirigente que hizo de la lucha contra la corrupción un estandarte parlamentario, enfrenta ahora la etapa más oscura de su carrera desde el interior de una prisión.

Argentina
España
USA
Israel















