Santiago, 14 de diciembre de 2025-Total News Agency-TNA- Más de 15,6 millones de chilenos estaban habilitados este domingo para participar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que enfrentó a la oficialista Jeannette Jara y al líder de derecha José Antonio Kast, en un clima de alta tensión política y fuerte polarización social. Las urnas cerraron a las 18:00 hora local (21:00 GMT) y se esperaba que los primeros resultados oficiales del balotaje se conocieran alrededor de las 20:00.
La jornada electoral, que transcurrió con relativa normalidad pese al marcado clima de división, marca uno de los momentos más decisivos en la historia política reciente de Chile. El balotaje enfrenta a dos modelos opuestos: por un lado, Jara, representante de la coalición de izquierda Unidad por Chile y exministra del Trabajo del gobierno de Gabriel Boric, vencedora de la primera vuelta celebrada el 16 de noviembre con el 26,8 % de los votos; por otro, Kast, del Partido Republicano de derecha, quien quedó segundo en esa instancia pero consolidó el apoyo de las fuerzas conservadoras y es visto por gran parte de los analistas como el favorito para alzarse con la Presidencia.
En la previa al cierre de mesas, diversas encuestas y sondeos confidenciales proyectaban una victoria amplia de Kast, con estimaciones que lo colocaban con cerca del 58 % de intención de voto frente a Jara, aunque el resultado final dependía de la participación efectiva y de la distribución de sufragios entre los sectores moderados y los votantes de centro.
La campaña de Kast se centró en temas de seguridad, migración y reforma económica, apelando al malestar de amplios sectores ante la percepción de aumento de la delincuencia y desafíos en la política migratoria. El líder conservador, conocido por su visión dura sobre estos temas y por su admiración por figuras políticas fuertes, ha consolidado el respaldo de la derecha tradicional y de formaciones más conservadoras, lo que lo convierte en el principal candidato con chances de reemplazar al presidente Boric a partir del 11 de marzo de 2026.
Por su parte, Jara intentó consolidar el voto progresista y moderado apelando a su experiencia en gestión y a la defensa de políticas sociales, aunque enfrentó desafíos para expandir su base de apoyo más allá de su bloque tradicional, especialmente frente a las preocupaciones del electorado respecto a seguridad y economía.
Este balotaje presidencial en Chile se produce en un contexto de reinstauración del voto obligatorio tras una reforma constitucional vigente desde diciembre de 2022, que exige la participación de todos los ciudadanos habilitados o enfrentar multas por no votar. La medida buscó aumentar la legitimidad democrática de los comicios en un país con profundas divisiones políticas.
Los resultados parciales transmitidos por el Servicio Electoral de Chile (Servel) fueron seguidos con atención internacional, dada la importancia del resultado para el futuro geopolítico de la región. Un triunfo de Kast representaría el posible ascenso al poder de una figura de derecha dura en Chile, algo no visto desde el retorno a la democracia en 1990, y podría marcar un giro significativo en las políticas públicas del país en materia de seguridad, migración y economía.
La expectativa en los comandos electorales y entre los observadores internacionales era grande, con el pronóstico de que el conteo rápido y oficial avanzaría con rapidez tras el cierre de las urnas. Tanto la derecha como la izquierda aguardaban con atención la evolución de las cifras, que definirían no solo al próximo presidente sino también el rumbo político y social de Chile para los próximos cuatro años.
Fuentes consultadas: Reuters, Al Jazeera, The Guardian, Gestión, Yahoo Noticias, Reuters Chile Electoral.

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