Buenos Aires, 17 de diciembre de 2025-Total News Agency-TNA-La muerte de un joven integrante del Regimiento de Granaderos a Caballo dentro de la Quinta Presidencial de Olivos abrió una investigación judicial de alto impacto institucional y humano, mientras las autoridades avanzan sobre la principal hipótesis de un suicidio ocurrido en pleno dispositivo de seguridad presidencial. El caso, que generó conmoción en el Ejército Argentino y en el entorno político, está bajo la instrucción de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado.
El hecho se conoció durante la madrugada del martes, entre las 5 y las 5.30, cuando personal de guardia encontró sin vida a Rodrigo Gómez, de 21 años, en uno de los puestos internos de la residencia presidencial. El joven, oriundo de Gobernador Roca, en la provincia de Misiones, formaba parte del Escuadrón Chacabuco del histórico Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín, cuerpo encargado de la custodia del presidente de la Nación en Olivos.
De acuerdo con los primeros informes de la División de Análisis de Homicidios de la Policía Federal Argentina, el granadero presentaba un disparo en la cabeza efectuado con un arma larga correspondiente a su servicio. Las pericias iniciales determinaron que se trató de un fusil FAL, arma reglamentaria del Ejército Argentino. En el lugar no se detectaron signos de intervención de terceros ni indicios de un enfrentamiento previo.
Desde el Poder Ejecutivo, a través de la Vocería Presidencial, se informó que se activaron de inmediato los protocolos de emergencia y que los servicios médicos constataron el fallecimiento en el lugar. En ese mismo comunicado oficial se indicó que la principal línea investigativa apunta a que el soldado se habría quitado la vida, hipótesis que fue replicada por el Ministerio de Defensa, organismo del que depende el Ejército.
Un elemento central que refuerza esta hipótesis es el hallazgo de una carta manuscrita junto al cuerpo de Gómez. Fuentes con acceso directo a la investigación confirmaron que el escrito, actualmente incorporado al expediente judicial, presenta tres ejes definidos. En primer lugar, una despedida dirigida a familiares, amigos y personas de su entorno cercano. En segundo término, un agradecimiento explícito al Ejército Argentino y, en particular, al Regimiento de Granaderos, por el lugar que le había sido asignado dentro de la fuerza. Finalmente, una referencia directa a problemas económicos personales.
Según información surgida de registros crediticios públicos, el joven mantenía deudas por aproximadamente 1,8 millones de pesos con distintas entidades financieras hacia octubre de este año. No obstante, los investigadores buscan establecer si el monto total de sus compromisos económicos era mayor y si esa situación pudo haber incidido de manera determinante en su estado emocional.
La jueza Arroyo Salgado ordenó una serie de medidas para profundizar la pesquisa, entre ellas la realización de la autopsia correspondiente en la Morgue Judicial de la Ciudad de Buenos Aires, el análisis balístico del arma utilizada y peritajes psicológicos retrospectivos. También se tomará declaración a compañeros de guardia y superiores jerárquicos, con el objetivo de reconstruir las últimas horas del joven dentro del predio presidencial.
El caso volvió a poner en agenda la presión psicológica que enfrentan efectivos jóvenes dentro de estructuras militares altamente exigentes, así como la necesidad de reforzar los sistemas de contención, seguimiento y asistencia en situaciones de vulnerabilidad personal. Mientras tanto, el Ejército Argentino dispuso acompañamiento institucional a la familia del granadero fallecido y colaboración plena con la Justicia.
La investigación continúa abierta y, aunque la hipótesis de suicidio es por el momento la principal, las autoridades judiciales aguardan los resultados finales de las pericias para cerrar definitivamente las circunstancias que rodearon la muerte de Rodrigo Gómez dentro de uno de los lugares más custodiados del país.

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