Buenos Aires, diciembre de 2025-Total News Agency-TNA-La Asociación del Fútbol Argentino volvió a quedar en el centro de una investigación de alto voltaje institucional y político luego de que su último balance presentado ante la Inspección General de la Justicia revelara que TourProdEnter LLC, la empresa autorizada como representante exclusivo para la recolección de ingresos internacionales, figura como uno de los mayores deudores de la entidad. Según los estados contables cerrados al 30 de junio de 2024, la firma le debía a la AFA $13.296 millones, equivalentes a unos 14,5 millones de dólares al tipo de cambio oficial de ese momento.
El dato expone una llamativa disociación entre la operatoria financiera de la compañía en Estados Unidos y su reflejo contable en Buenos Aires. Mientras TourProdEnter recibió transferencias por cientos de millones de dólares en cuentas bancarias de Florida, en los libros de la Asociación del Fútbol Argentino aparece registrada, recién a partir de 2024, como una empresa deudora de la gestión encabezada por Claudio Tapia.
El balance fue aprobado en una asamblea presidida por Tapia y firmada por el tesorero Pablo Toviggino y el entonces secretario general Víctor Blanco. Allí, el titular de la AFA celebró su administración y volvió a reivindicar el “fair play financiero” como uno de los pilares de su gestión, según informo La Nación. Sin embargo, los números conocidos ahora vuelven a tensionar ese discurso, al mostrar que la principal empresa vinculada a la explotación comercial internacional del fútbol argentino acumulaba, en simultáneo, una deuda multimillonaria con la propia entidad.
La relación entre la AFA y TourProdEnter LLC se remonta a 2021, cuando la empresa fue designada como “Agente Comercial Exclusivo para el exterior” en pleno cepo cambiario, apenas cuatro meses después de su constitución en el estado de Florida. El acuerdo se cerró en un momento clave: tras la Copa América obtenida en Brasil y antes del título mundial en Qatar, cuando la marca Selección Argentina comenzaba a multiplicar su valor global.
Detrás de la firma aparece Erica Gillette, pareja del empresario teatral y exdiputado bonaerense Javier Faroni. Ese vínculo conecta de manera directa la operatoria comercial de la AFA con el entramado político del Frente Renovador, ya que Faroni es un hombre de extrema confianza de Sergio Massa, exministro de Economía y figura central del peronismo “no” kirchnerista. Durante el gobierno de Alberto Fernández, Faroni integró además el directorio de Aerolíneas Argentinas, reforzando su perfil como operador político-empresarial.
La conexión no es un dato menor. En momentos en que la AFA enfrenta cuestionamientos por su transparencia y su manejo financiero, la presencia de una empresa ligada a un dirigente de estrecha relación con Massa vuelve a alimentar las sospechas sobre la utilización política y discrecional de los recursos del fútbol argentino. Más aún cuando la documentación analizada muestra que TourProdEnter habría canalizado más de 260 millones de dólares entre 2022 y 2025 a través de cuentas en al menos cuatro bancos estadounidenses, incluyendo transferencias relevantes desde Soccer United Marketing LLC, el brazo comercial de la MLS.
Uno de los aspectos más críticos del caso es la opacidad con la que la AFA informó durante años estas operaciones. Hasta su última presentación ante la IGJ, la entidad agrupaba a sus patrocinadores y agentes comerciales bajo la categoría genérica de “deudores varios”, una práctica contable que impedía identificar qué empresas debían dinero y en qué magnitud. Recién al abrir esa información, por exigencia del organismo de control, TourProdEnter apareció como el principal deudor, muy por encima de firmas históricas como Torneos y Competencias.
Desde la AFA evitaron dar explicaciones claras sobre por qué la empresa fue incorporada formalmente a los balances dos años y medio después de iniciado el vínculo contractual. Esa falta de precisiones refuerza la percepción de una conducción que administra miles de millones de pesos y dólares con escaso apego a estándares de transparencia acordes a la magnitud económica del negocio que gestiona.
El contraste entre los ingresos récord que exhibe la AFA tras el Mundial de Qatar y la acumulación de créditos por cobrar, particularmente con empresas políticamente conectadas, expone una contradicción de fondo. Mientras Tapia insiste en presentarse como el dirigente que saneó las finanzas del fútbol argentino, los balances muestran zonas grises persistentes, relaciones empresariales sensibles y un entramado donde confluyen intereses deportivos, financieros y políticos.
La combinación de una empresa radicada en el exterior, flujos millonarios de divisas, deudas internas sin explicación convincente y vínculos directos con figuras como Massa y Faroni vuelve a colocar a la conducción de la AFA bajo una lupa cada vez más intensa. En un país atravesado por recurrentes escándalos de corrupción y lavado de dinero, el fútbol argentino, lejos de despegarse de esas prácticas, parece seguir funcionando como un territorio fértil para la opacidad y los negocios cruzados.

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